Estados Unidos acusó nuevamente a Venezuela y Bolivia de haber "fracasado manifiestamente" en la lucha antidrogas y volvió a colocar a ambos países en su "lista negra", junto a Birmania, informó la Casa Blanca este viernes.
Según Estados Unidos, esos países incumplieron acuerdos internacionales para la lucha contra los narcóticos. Sin embargo, "el apoyo a programas de ayuda para Birmania y Venezuela" debe continuar porque "es vital para los intereses nacionales de Estados Unidos", señaló el memorando presidencial distribuido por la Casa Blanca, que fija cada año la política antidrogas.
El documento resalta la situación en el Caribe, que Washington observa con "gran preocupación", ya que el volumen de droga que ingresa a Estados Unidos por esa región aumentó de 5% del total en 2011 a 9% en 2012.
Tras algunos avances en la seguridad en Centroamérica, México y Colombia, la región de países insulares pequeños y vulnerables ha vuelto a ser una ruta atractiva para los narcotraficantes, pero se han logrado "resultados concretos" en mejoras policiales y judiciales, según el memorando.
El 90% de las drogas que ingresan a Estados Unidos provenientes de Sudamérica pasan por América Central y México. Los países de África occidental también son de preocupación para Washington, que registra un incremento del narcotráfico en la región vinculado a organizaciones criminales de Latinoamérica.
El texto menciona además el "desafío cuesta arriba y de largo plazo" que implica la lucha antidrogas en Afganistán, principal productor de opio, aunque destacó una reducción en los cultivos de la flor de amapola, que es la base de la droga.
El memorando, que hasta 2002 era conocido como la "certificación", es una obligación para el gobierno estadounidense, que debe entregarlo al Congreso para elaborar los presupuestos de lucha contra el narcotráfico y de ayuda a dichos países.
El documento genera cada año controversia en América Latina. Caracas y La Paz rechazaron enérgicamente el año pasado las acusaciones de fracaso. Venezuela fue incluida en 2007 en esa lista, integrada por 12 países, y Bolivia en 2008.
Según Estados Unidos, esos países incumplieron acuerdos internacionales para la lucha contra los narcóticos. Sin embargo, "el apoyo a programas de ayuda para Birmania y Venezuela" debe continuar porque "es vital para los intereses nacionales de Estados Unidos", señaló el memorando presidencial distribuido por la Casa Blanca, que fija cada año la política antidrogas.
El documento resalta la situación en el Caribe, que Washington observa con "gran preocupación", ya que el volumen de droga que ingresa a Estados Unidos por esa región aumentó de 5% del total en 2011 a 9% en 2012.
Tras algunos avances en la seguridad en Centroamérica, México y Colombia, la región de países insulares pequeños y vulnerables ha vuelto a ser una ruta atractiva para los narcotraficantes, pero se han logrado "resultados concretos" en mejoras policiales y judiciales, según el memorando.
El 90% de las drogas que ingresan a Estados Unidos provenientes de Sudamérica pasan por América Central y México. Los países de África occidental también son de preocupación para Washington, que registra un incremento del narcotráfico en la región vinculado a organizaciones criminales de Latinoamérica.
El texto menciona además el "desafío cuesta arriba y de largo plazo" que implica la lucha antidrogas en Afganistán, principal productor de opio, aunque destacó una reducción en los cultivos de la flor de amapola, que es la base de la droga.
El memorando, que hasta 2002 era conocido como la "certificación", es una obligación para el gobierno estadounidense, que debe entregarlo al Congreso para elaborar los presupuestos de lucha contra el narcotráfico y de ayuda a dichos países.
El documento genera cada año controversia en América Latina. Caracas y La Paz rechazaron enérgicamente el año pasado las acusaciones de fracaso. Venezuela fue incluida en 2007 en esa lista, integrada por 12 países, y Bolivia en 2008.
AFP