El ultraderechista Anders Behring Breivik, autor de los atentados del 22 de julio de 2011 en Noruega, podrá estudiar Ciencias Políticas en la cárcel, después de recibir el consentimiento de las autoridades penitenciarias.
La dirección del penal de Skien, al sur de Oslo y adonde Breivik fue trasladado hace un mes, confirmó que el extremista noruego podrá realizar allí sus estudios y que se le habilitará una habitación especial para estudiar.
"No hay ningún problema, será lo mismo que con otros presos. La única diferencia es que deberá estudiar en su celda, solo", declaró hoy a la televisión pública NRK Karl Gustav Knutsen, director de este penal.
Brevik podrá hacer los exámenes en la cárcel, aunque deberá pedir prestados los libros para estudiar, ya que las autoridades han rechazado concederle una ayuda, una vez que el Estado confiscó todas sus propiedades tras su condena hace un año.
La Universidad de Oslo había rechazado inicialmente a Breivik por su cualificación académica insuficiente, que este solucionó realizando un examen para obtener los puntos necesarios.
Cuando se hizo público hace unos meses su deseo de estudiar en la universidad, hubo una polémica que implicó a varios docentes y políticos sobre si debería ser tratado como el resto de presos.
Breivik ha sido trasladado varias veces en los últimos meses del penal de Ila, en el que inicialmente fue confinado, al de Skien, que también posee un área de máxima seguridad para presos como él.
El ultraderechista se ha quejado del trato que recibe en Ila, al oeste de Oslo, y ha solicitado el traslado permanente a Skien, aunque las autoridades no han tomado una decisión definitiva.
Un tribunal de Oslo condenó en agosto de 2012 a Breivik a 21 años de prisión prorrogables de forma indefinida, la pena máxima y que puede equivaler a una cadena perpetua, al considerarle penalmente responsable de los atentados y rechazar que sea un enfermo mental.
El fundamentalista cristiano hizo estallar una furgoneta bomba en el complejo gubernamental de Oslo el 22 de julio de 2011 y causó la muerte a ocho personas.
Justo después se trasladó en coche a la isla de Utoya, al oeste de la capital, donde perpetró una matanza en un campamento de las Juventudes Laboristas, en la que murieron otras 69 personas.
EFE