Venezuela intervino temporalmente a la fabricante local de papel higiénico Manpa y la colocó bajo custodia de la policía militar, en un intento por garantizar el abastecimiento de un producto cuya escasez previamente este año generó duras críticas a la política económica del Gobierno, informó la española agencia EFE.
El anuncio fue realizado a última hora del viernes por la Superintendencia Nacional de Costos y Precios Justos (Sundecop), que dijo a través de un comunicado que la medida responde "a la obligación del Estado para garantizar el abastecimiento normal de los rubros de primera necesidad para el pueblo".
Con la intervención, el Gobierno verificará todos los procesos referidos a la producción, distribución y comercialización del papel higiénico y podrá requerir información referente a inventarios, costos de producción y canales de comercialización, entre otros puntos.
Mientras dure la ocupación oficial, la planta, ubicada en el estado Aragua (centro-norte), será "resguardada" por un comando regional de la Guardia Nacional Bolivariana (policía militarizada), precisó la Sundecop en su comunicado.
MANPA, que deberá designar un grupo de enlace para coordinar el suministro de la información y documentación requerida por la Sundecop, produce papel higiénico, toallas sanitarias y pañales desechables.
La escasez de papel higiénico se convirtió este año en la cara más visible de los crónicos episodios de desabastecimiento de productos de consumo masivo y medicamentos que registra Venezuela.
El Gobierno suele atribuir esta escasez a la especulación de sectores empresarios y ha denunciado maniobras para desestabilizar la economía, mientras que la oposición y el empresariado responsabilizan del desabastecimiento a la falta de dólares para financiar las importaciones de materias primas.
Esta situación obliga a muchos venezolanos a recorrer varios mercados o a realizar largas colas para conseguir el producto que necesitan.
El Gobierno debió importar en mayo 50 millones de rollos de papel higiénico para paliar la escasez del producto y esta semana aprobó la compra de 3,5 millones de toneladas de alimentos en los próximos 10 meses para asegurar el abastecimiento, especialmente en la temporada navideña, cuando se dispara el consumo.
El anuncio fue realizado a última hora del viernes por la Superintendencia Nacional de Costos y Precios Justos (Sundecop), que dijo a través de un comunicado que la medida responde "a la obligación del Estado para garantizar el abastecimiento normal de los rubros de primera necesidad para el pueblo".
Con la intervención, el Gobierno verificará todos los procesos referidos a la producción, distribución y comercialización del papel higiénico y podrá requerir información referente a inventarios, costos de producción y canales de comercialización, entre otros puntos.
Mientras dure la ocupación oficial, la planta, ubicada en el estado Aragua (centro-norte), será "resguardada" por un comando regional de la Guardia Nacional Bolivariana (policía militarizada), precisó la Sundecop en su comunicado.
MANPA, que deberá designar un grupo de enlace para coordinar el suministro de la información y documentación requerida por la Sundecop, produce papel higiénico, toallas sanitarias y pañales desechables.
La escasez de papel higiénico se convirtió este año en la cara más visible de los crónicos episodios de desabastecimiento de productos de consumo masivo y medicamentos que registra Venezuela.
El Gobierno suele atribuir esta escasez a la especulación de sectores empresarios y ha denunciado maniobras para desestabilizar la economía, mientras que la oposición y el empresariado responsabilizan del desabastecimiento a la falta de dólares para financiar las importaciones de materias primas.
Esta situación obliga a muchos venezolanos a recorrer varios mercados o a realizar largas colas para conseguir el producto que necesitan.
El Gobierno debió importar en mayo 50 millones de rollos de papel higiénico para paliar la escasez del producto y esta semana aprobó la compra de 3,5 millones de toneladas de alimentos en los próximos 10 meses para asegurar el abastecimiento, especialmente en la temporada navideña, cuando se dispara el consumo.