Un vagabundo de 26 años es acusado de haber matado en la noche del jueves al viernes a un anciano de 90 años en la localidad pirenaica francesa de Nouilhan y de haberse comido su lengua y su corazón, informó este viernes el fiscal encargado del caso.
Los hechos habrían tenido lugar hacia las 20.00 hora local del jueves (19.00 GMT), cuando el presunto asesino, nativo de la vecina Tarbes, ingresó en el domicilio del anciano y le rompió el cráneo con una herramienta metálica de unos 80 centímetros, según el diario "La Dépêche".
El sospechoso, que ha sido detenido por la Gendarmería, declaró tras su arresto que actuó movido por las voces que escuchaba en su cabeza.
Tras romper el cráneo a su víctima, extrajo su corazón y la lengua para cocinarlas y comérselas y prendió fuego al cuerpo. Después incendió el domicilio, donde dejó heridas a otras dos personas, según la misma fuente.
Armado con un fusil, penetró después en otra casa de la localidad, de unos 200 habitantes, antes de ser detenido por los gendarmes.
La fiscal de Tarbes, Chantal Firmingier-Michel, explicó que el presunto homicida y caníbal estaba muy tranquilo cuando las fuerzas de seguridad le apresaron, hacia las 23.00 hora local (22.00 GMT).
Firmingier-Michel confirmó que al supuesto homicida se le están practicando análisis psiquiátricos y precisó que él no tenía vínculos con sus víctimas.
EFE
Los hechos habrían tenido lugar hacia las 20.00 hora local del jueves (19.00 GMT), cuando el presunto asesino, nativo de la vecina Tarbes, ingresó en el domicilio del anciano y le rompió el cráneo con una herramienta metálica de unos 80 centímetros, según el diario "La Dépêche".
El sospechoso, que ha sido detenido por la Gendarmería, declaró tras su arresto que actuó movido por las voces que escuchaba en su cabeza.
Tras romper el cráneo a su víctima, extrajo su corazón y la lengua para cocinarlas y comérselas y prendió fuego al cuerpo. Después incendió el domicilio, donde dejó heridas a otras dos personas, según la misma fuente.
Armado con un fusil, penetró después en otra casa de la localidad, de unos 200 habitantes, antes de ser detenido por los gendarmes.
La fiscal de Tarbes, Chantal Firmingier-Michel, explicó que el presunto homicida y caníbal estaba muy tranquilo cuando las fuerzas de seguridad le apresaron, hacia las 23.00 hora local (22.00 GMT).
Firmingier-Michel confirmó que al supuesto homicida se le están practicando análisis psiquiátricos y precisó que él no tenía vínculos con sus víctimas.
EFE