Más de 400 millones de dólares entre el 2004 y el 2012 ha autorizado la Comisión de Administración de Divisas (Cadivi) a las tiendas Daka para cancelar sus importaciones de electrodomésticos que distribuyen a través de cinco establecimientos en cuatro ciudades de Venezuela.
Sin embargo, tras inspecciones realizadas por las autoridades en las tiendas de esta franquicia fueron detectadas irregularidades en la determinación de precios exagerados y no acorde a la realidad de la economía.
La empresa inicialmente denominada Daka de Venezuela y ahora Ciberlux de Venezuela, tramitó 4 mil 96 solicitudes de divisas y recibió autorizaciones por la cifra de 407 millones 799 mil 379 dólares durante un periodo de 9 años, según lo refleja Cadivi en sus registros dado a conocer a través de su portal web.
Solo en 2012 se le autorizaron más de 51 millones de dólares distribuidos en 263 solicitudes. Sobre las cifras de este año no se dispone de información en la página del organismo de Administración de Divisas.
La comercializadora, registrada en enero de 2004 en el estado Carabobo, recibió la extraordinaria suma a pesar de que su capital declarado es de apenas 100 millones de bolívares, según consta en el Registro Nacional de Contratistas de Venezuela.
En dicho registro, que es requerido para negociar con cualquier organismo del Estado, Daka aparece como proveedor de Pdvsa, empresa venezolana de petróleo.
Daka o Ciberlux de Venezuela es propiedad de Manzur Ramadan Daggak Mujamad (conocido Falles Ramadan) y su hermano FauciMahmoud Daggak Mujamad; cada uno declara ser propietario de 50% de las acciones y figuran como presidente y vicepresidente respectivamente.
También forman parte de la directiva de la compañía Nassar y Nacer Dagga Mujamad, quienes obstentan cargos de administradores.
Además de las tiendas en Caracas, Valencia, Punto Fijo y Barquisimeto, Daka acaba de abrir en el mes de septiembre un establecimiento de venta al detal en Panamá.
El pasado viernes el presidente Nicolás Maduro, anunció sanciones contra la cadena de tiendas Daka una vez se comprobó mediante una inspección la exorbitante especulación de los precios en los productos de línea blanca y de tecnología, el delito cometido por los administradores de esta franquicia se inscribe en las acciones desestabilizadoras contra la economía venezolana, además de atentar contra el salario del pueblo venezolano.
El Gobierno venezolano ha venido afrontando una guerra económica fraguada por actores políticos, empresariales y externos a la patria, quienes intentan deponer el mando del presidente electo mediante la desestabilización económica marcada con acciones como el acaparamiento, escasez, inflación, especulación, usura y otros procedimientos contrarios a la sana economía.SH.B.
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