El Tesoro Público ha cerrado este jueves con una subasta de bonos la emisión a medio y largo plazo prevista para este 2013, que ascendía a 121.300 millones de euros. Pese a ello, seguirá adelante con las cinco emisiones que le quedan de aquí a final de año para refinanciar letras y hacer caja con vistas a 2014. De hecho, todavía faltan por captar otros 12.000 millones de euros para alcanzar el total de 230.000 millones que se había fijado con vistas a pagar vencimientos, financiar el déficit, sufragar los pagos a proveedores y el rescate de las comunidades.
Este jueves, el Tesoro ha vuelto a cubrir objetivos al adjudicar 3.500 millones con un nuevo bono que vence en abril de 2017, lo que sitúa el total de la emisión a medio y largo plazo en 120.600 millones. El interés al que se han colocado estos títulos ha sido del 2,119%. Para comparar con subastas anteriores al mismo plazo hay que remontarse a octubre de 2012, cuando los inversores reclamaron una rentabilidad del 3,999% para hacerse con estos bonos. Echando la vista aún más atrás, no se recoge un interés tan bajo en toda la estadística, que apenas alcanza a 2009.
La cifra de emisión de este 2013 representa un máximo histórico sobre el anterior récord de 2012, cuando el Tesoro logró captar 212.800 millones en los mercados. Contando con la ayuda a la banca, cuyo origen no estuvo en los mercados sino en el fondo de rescate europeo, el total de la emisión bruta roza los 250.000 millones.
Ante este esfuerzo emisor, los analistas destacan la buena labor realizada por los responsables del Tesoro a la hora de elegir el momento, el tipo de títulos y las cantidades a emitir. De hecho, el ministerio de Economía calcula que gracias a ello y a la mejora registrada en los mercados, lo que ha venido acompañado de la recuperación del apetito por la deuda española, el Estado se ahorrorá entre 7.000 y 8.000 millones en intereses. A este respecto, el pasado martes logró emitir letras a un tipo del 0,71%, lo que representa un récord por lo bajo de toda la serie histórica.