Fobos, una curiosa luna de Marte, totalmente irregular, con unas dimensiones de 26,8 × 21 × 18,4 km, resulta tener el récord de ser la luna que orbita más próxima a la superficie de su planeta, que en la actualidad es inferior a 6.000 km, mientras que nuestra Luna está a poco menos de 400.000 km. Gira tan cerca de Marte y sobre su ecuador, que desde algunos puntos del planeta es imposible verlo, ante todo desde los polos marcianos, o en latitudes superiores a los 70,4º, ya que el horizonte evita su visión, estando por debajo de él todo el tiempo.
El Dr. Sharma ha estudiado la órbita de Fobos escribiendo sobre ello en «Theoretical Formulation of the Phobos, moon of Mars, rate of altitudinal loss» (Formulación Teoríca de Fobos, luna de Marte, índice de pérdida altitudinal). El Dr. Sharma afirma que Fobos caerá a Marte dentro de 10,4 millones de años. Pero antes, dentro de 7,6 millones de años, cuando Fobos se acerque a tan solo 3.620 km de la superficie de Marte, éste debido a la fuerza de marea del planeta, se romperá y sus trozos quedarán girando en torno al Planeta rojo formando un anillo, hasta que caigan poco a poco.
Nuestra Luna tiene un diámetro de 3.476 km, mientras que Tritón tiene 2.407 km de diámetro. Es una de las mayores lunas de nuestro Sistema Solar y la más grande del colosal planeta Neptuno. Tritón, que se pensaba que era un mundo inactivo, por su lejanía al Sol (4.800 millones de km) con temperaturas que lo hacen el más frío del Sistema planetario con 240º bajo cero (esta sí es una bola de hielo, con volcanes de hielo), ha resultado ser un interesante cuerpo del Sistema Solar, con un final parecido al de Fobos, aunque aguantará mucho más tiempo.
Cuando Tritón se acerque demasiado a Neptuno, la fuerza de gravedad de éste estirará al satélite y lo romperá en millones de pedazos, que girarán alrededor de Neptuno formando un complejo de anillos muy similar al de Saturno. Claro que los científicos hablan de 3.600 millones de años para el acontecimiento.
A pesar del tiempo, el Sistema Solar sufrirá notables cambios hasta su total destrucción cuando la vida del Sol llegue a su fin en forma de gigante roja, inflándose y arrasando a los planetas más interiores, posiblemente hasta Marte. El resto de los planetas lejanos y gigantes verán cómo una estrella enorme y roja se quedará en una enana blanca del tamaño de la Tierra.
Desde un principio, hemos pensado que los anillos de Saturno se formaron al mismo tiempo que el planeta, pero gracias a los estudios que se está realizando Jeff Cuzzi, científico interdisciplinario de la misión Cassini de la NASA, parece que éstos se formaron hace unos 100.000 millones de años, lo que puede indicar que no sean tan estables como se pudiera pensar.
Según Kevin Baines, investigador en el Laboratorio de Propulsión a Chorro (JPL) de la NASA en Pasadena, California, algunas bandas oscuras que aparecen en la superficie de Saturno son provocadas por la caída de partículas de agua desde los anillos más próximos, lo que implicaría un descenso de este material componente de los anillos hacia la superficie de Saturno.
Muchos científicos creen que los anillos de Saturno son simplemente una rareza en el Sistema Solar, una bella visión de la que podremos disfrutar durante algún tiempo. El anillo más cercano a Saturno está cayendo hacia él poco a poco, lo que podría desestabilizar el conjunto de anillos exteriores a éste y desintegrar todo el sistema con las migraciones de las Lunas pastores.
Podríamos encontrarnos pues, con un planeta que perderá sus anillos, Saturno, y otro que los creará de forma muy similar, Neptuno. Todos los planetas gigantes tienen anillos, pero a excepción de Saturno, el resto son casi inapreciables. Neptuno brillará en el cielo como el nuevo Saturno.
El Dr. Sharma ha estudiado la órbita de Fobos escribiendo sobre ello en «Theoretical Formulation of the Phobos, moon of Mars, rate of altitudinal loss» (Formulación Teoríca de Fobos, luna de Marte, índice de pérdida altitudinal). El Dr. Sharma afirma que Fobos caerá a Marte dentro de 10,4 millones de años. Pero antes, dentro de 7,6 millones de años, cuando Fobos se acerque a tan solo 3.620 km de la superficie de Marte, éste debido a la fuerza de marea del planeta, se romperá y sus trozos quedarán girando en torno al Planeta rojo formando un anillo, hasta que caigan poco a poco.
Nuestra Luna tiene un diámetro de 3.476 km, mientras que Tritón tiene 2.407 km de diámetro. Es una de las mayores lunas de nuestro Sistema Solar y la más grande del colosal planeta Neptuno. Tritón, que se pensaba que era un mundo inactivo, por su lejanía al Sol (4.800 millones de km) con temperaturas que lo hacen el más frío del Sistema planetario con 240º bajo cero (esta sí es una bola de hielo, con volcanes de hielo), ha resultado ser un interesante cuerpo del Sistema Solar, con un final parecido al de Fobos, aunque aguantará mucho más tiempo.
Cuando Tritón se acerque demasiado a Neptuno, la fuerza de gravedad de éste estirará al satélite y lo romperá en millones de pedazos, que girarán alrededor de Neptuno formando un complejo de anillos muy similar al de Saturno. Claro que los científicos hablan de 3.600 millones de años para el acontecimiento.
A pesar del tiempo, el Sistema Solar sufrirá notables cambios hasta su total destrucción cuando la vida del Sol llegue a su fin en forma de gigante roja, inflándose y arrasando a los planetas más interiores, posiblemente hasta Marte. El resto de los planetas lejanos y gigantes verán cómo una estrella enorme y roja se quedará en una enana blanca del tamaño de la Tierra.
Desde un principio, hemos pensado que los anillos de Saturno se formaron al mismo tiempo que el planeta, pero gracias a los estudios que se está realizando Jeff Cuzzi, científico interdisciplinario de la misión Cassini de la NASA, parece que éstos se formaron hace unos 100.000 millones de años, lo que puede indicar que no sean tan estables como se pudiera pensar.
Según Kevin Baines, investigador en el Laboratorio de Propulsión a Chorro (JPL) de la NASA en Pasadena, California, algunas bandas oscuras que aparecen en la superficie de Saturno son provocadas por la caída de partículas de agua desde los anillos más próximos, lo que implicaría un descenso de este material componente de los anillos hacia la superficie de Saturno.
Muchos científicos creen que los anillos de Saturno son simplemente una rareza en el Sistema Solar, una bella visión de la que podremos disfrutar durante algún tiempo. El anillo más cercano a Saturno está cayendo hacia él poco a poco, lo que podría desestabilizar el conjunto de anillos exteriores a éste y desintegrar todo el sistema con las migraciones de las Lunas pastores.
Podríamos encontrarnos pues, con un planeta que perderá sus anillos, Saturno, y otro que los creará de forma muy similar, Neptuno. Todos los planetas gigantes tienen anillos, pero a excepción de Saturno, el resto son casi inapreciables. Neptuno brillará en el cielo como el nuevo Saturno.
ABC