Una protesta de la policía en reclamo de mejoras salariales desató en la ciudad argentina de Córdoba –de 1,3 millones de habitantes y situada a 700 kilómetros al norte de Buenos Aires- el saqueo de 15 supermercados durante la tarde del martes y la madrugada del miércoles. El primer asalto a un supermercado se produjo a las cuatro de la tarde. A las dos de la madrugada (hora local), aún continuaban los robos.
El gobernador de la provincia de Córdoba, el peronista disidente y opositor al Gobierno José Manuel de la Sota, se encontraba de viaje en Panamá y regresó de urgencia a la una de la mañana. De la Sota advirtió que no dispone de dinero para pagar los aumentos que reclaman los agentes. El Gobernador precisó que pidió ayuda al cuerpo nacional de la Gendarmería, pero dijo que no recibió respuesta. Sólo un pequeño grupo de policías, integrado por unos 100 efectivos, intentaban hacer frente a los vándalos en distintos puntos de la ciudad.
De la Sota indicó al canal Todo Noticias que fueron detenidas 18 personas. “Acá hay bandas de delincuentes que andan en moto, que rompen vidrieras… Frente a ese hecho, la fuerza policial están en su recinto sin accionar”, señaló el gobernador. “La policía de la provincia de Córdoba tiene una remuneración que está por encima de las otras fuerzas policiales. Pero aquí de lo que se trata es de que depongan su actitud”.
Las cámaras de televisión grabaron a decenas de personas que robaban a cara descubierta todo lo que encontraban: bebidas, teléfonos, carritos de bebés, aparatos de aire acondicionado, televisores, alimentos, colchones, frigoríficos… Unos llegaban a pie y otros en motocicletas. Si los agentes intentaban llamar la atención sobre la importancia de su trabajo, lo consiguieron plenamente.
La alcaldía decretó el miércoles día de asueto administrativo y la suspensión de las clases. Hubo varios intentos de alcanzar un acuerdo con los 2.200 agentes acuartelados, pero todos se vieron abocados al fracaso.