Bajo estrictas medidas de seguridad y por decisión de las autoridades locales de Telaví, fue desmontada hoy una estatua del dictador soviético Iosif Stalin, monumento que había sido instalado el pasado 01 de septiembre en su ciudad natal Giorgia.
Las autoridades de esa nación argumentaron a través de la televisión local que el monumento del dictador soviético había sido erigida de manera ilegal.
Según dijeron, la organización "Estalinista" y la Unión de Veteranos de Georgia financiaron y procedieron a la colocación de la estatua sin contar con autorización oficial.
"Los gobiernos vienen y van, pero Stalin permanece", aseguró hoy Shotá Lazariashvili, presidente de "Estalinista", que calificó el desmantelamiento de la estatua de acto de vandalismo.
En su opinión, "es una vergüenza nacional que en Tiflis (la capital) haya una estatua del presidente de estadounidense Ronald Reagan", mientras en las ciudades de Gori y Telaví no se pueden erigir monumentos en honor al georgiano más famoso de la historia.
En su momento, la instalación de la estatua al lado del memorial en honor de los soldados caídos durante la Segunda Guerra Mundial desató una ola de críticas en la sociedad georgiana.
El hasta hace poco presidente georgiano, Mijaíl Saakashvili, aliado de Estados Unidos y enemigo del Kremlin, lanzó una campaña contra todos los símbolos soviéticos, que comparó con los fascistas.
En el marco de esa campaña, su Gobierno desmontó otro gran monumento al "padre de los pueblos" en Gori, su ciudad natal, y cerró un museo dedicado a su figura en la ciudad de Batumi.
Stalin, que nació el 21 de diciembre de 1879, gobernó la Unión Soviética con mano de hierro desde 1922 hasta el día de su muerte, el 5 de marzo de 1953. EFE