Al menos dos millones de niños más nacerán cada año en China y la natalidad se elevará de los 16 millones actuales a 18 a consecuencia de la relajación de la política del hijo único.
Según declaró a la televisión estatal CCTV un alto cargo de la estatal Comisión de Planificación Familiar y de Salud, Yang Wenzhuang, la política comenzará a aplicarse a principios de 2014 y beneficiará directamente a entre 15 y 20 millones de parejas chinas que antes no podían tener un segundo hijo y ahora sí.
Yang declaró en la entrevista, también publicada por el oficial "China Daily", que la reforma va a suponer un importante aumento de la tasa de natalidad para el que van a tener que prepararse de forma especial tanto las instituciones sanitarias como las educativas nacionales.
Encuestas oficiales determinan que hasta un 60 por ciento de esas parejas están interesadas en tener un segundo hijo, aunque Yang, director del departamento de planificación familiar en la comisión, advirtió que no todas ellas deben "apresurarse", ya que la reforma demográfica es una política a largo plazo y durará años.
Antes de la reforma, las parejas en las ciudades chinas podían tener únicamente un segundo descendiente si tanto la madre como el padre eran hijos únicos, mientras que a partir de 2014 sólo hará falta que uno de los dos cónyuges no tenga hermanos.
El Gobierno chino defiende la controvertida política del hijo único, lanzada a finales de la década de 1970, con el argumento de que si no se hubiera aplicado actualmente el país acusaría mayores problemas de superpoblación, pues tendría 1.700 millones de habitantes, en lugar de los 1.300 millones actuales. EFE