Los senos son la parte femenina que más rápido envejece. Así lo determinó el genetista Steve Horvath en un reciente estudio publicado en Genome Bilogy, tras analizar los niveles de metilación del ADN de más de 7 mil muestras de tejidos.
Horvath y su equipo se centraron en analizar el comportamiento de los tejidos que componen el cuerpo, los cuales envejecen a diferentes ritmos. La investigación calcula que los tejidos que componen el pecho femenino tienen hasta dos y tres años más de lo que deberían y en el caso de las mujeres con cáncer de mama, pueden llegar a tener hasta diez años más.
A juzgar por estos resultados parece que la batalla contra el envejecimiento está perdida, pues, como quedó indicado, en esta guerra no solo influye la edad cronológica del ser humano, sino el envejecimiento celular.
La clave de este estudio residente en la metilación, que es el cambio químico que experimentan las células a medida que la persona envejece y que, por tanto, modifica el funcionamiento de los fragmentos de ADN. Al verse afectado el patrón de marcas químicas, cada gen se vuevle más o menos metilado.
Si bien en los senos el resultado es más que todo negativo, llama la atención que las células del corazón pueden llegar a ser hasta nuevo años más jóvenes, mientras la edad biológica y cronológica de las células del cerebro prácticamente coincide.
Este estudio supone un pequeño aporte a la incógnita del envejecimiento humanos, cuyas causas desconocen aún los investigadores. AFP