AFP) - Pep Guardiola se ha convertido en el rey Midas del fútbol con apenas 42 años. Todo lo que toca lo convierte en oro. Del Barcelona hizo uno de los mejores equipos de la historia, por no decir el mejor, y se puso como meta hacer algo parecido en el Bayern Múnich.
Por el momento, Guardiola ya lleva dos títulos con el equipo alemán, la Supercopa de Europa, que ganó al Chelsea de José Mourinho, y el Mundial de Clubes, que logró este sábadoderrotando al Raja Casablanca por 2-0.
“Yo no estaría ahora aquí si no fuera por Jupp Heynckes. Yo no hice nada la pasada temporada. Pude disputar la Supercopa de Europa y ahora el Mundial de Clubes gracias a Jupp. Quiero ganar este torneo por los jugadores y por el club, que ganaron todos los títulos esta última temporada”, dijo.Con este título del Mundial de Clubes, Guardiola se convirtió en el primer técnico en ganar el trofeo con dos clubes diferentes, el Barcelona en 2009 y 2011 y el Bayern Múnich en 2013, pero el entrenador catalán, modesto, se quitó todo el mérito en este triunfo con el club alemán.
Tras tomarse un año sabático, que pasó en Nueva York con su familia, y cuando todo parecía indicar que iba a entrenar al Manchester United sucediendo a Alex Ferguson, sorprendió a todo el mundo aceptando la oferta del Bayern Múnich, eso sí, convirtiéndose en el entrenador mejor pagado del mundo.
Su carrera ha sido meteórica. Tras empezar en 2007 con el Barcelona B, el segundo equipo del club catalán, llegó al conjunto mayor en 2008, dejó fuera de la plantilla a Ronaldinho, Deco y Samuel Eto’o y subió a la plantilla profesional a Sergio Busquets y Pedro Rodríguez, a los que había entrenado.
Con el Barcelona, al que llegó con solo 37 años, ganó todo lo posible: dos Ligas de Campeones, dos Mundiales de Clubes, dos Supercopas de Europa, tres Ligas españolas y dos Copas del Rey.
Su discurso convence a entrenadores y directivos y trata de ganarse siempre la confianza de los jugadores, sobre todo de sus estrellas.
Lo hizo con Leo Messi cuando estaba en el Barcelona, enfrentándose por ejemplo a las reticencias de la directiva del club catalán para no dejar ir al argentino a los Juegos Olímpicos de Pekín-2008, que acabó ganando con la albiceleste.
Esa misma tónica la continúa con el francés Franck Ribery, el mejor jugador del Bayern Múnich.
“Es un honor para mí poder entrenar a Franck. Es increíble. Muy buen jugador.Trabaja mucho, sigue a su rival y corre varios metros hacia atrás para que el adversario no pueda salir”, explicó Guardiola durante el Mundial de Clubes.
Mientras estaba en Nueva York, contrató un profesor de alemán para llegar al Bayern y poder hablar la lengua. En apenas unos meses fue capaz de dar su primera rueda de prensa con el equipo bávaro en el idioma de Goethe.
Ahora, el rey Midas del fútbol se tomará unas vacaciones con la tregua de invierno en la Bundesliga y a partir de marzo buscará su tercer título personal de Liga de Campeones. Su primer obstáculo: el Arsenal.
Por Pablo San Román