Un grupo de investigadores internacionales describe en un artículo publicado este jueves en 'Cell' un estudio dirigido a comprender mejor cómo las diferencias genéticas heredadas o variantes predisponen a ciertos individuos para desarrollar enfermedades como la diabetes tipo 2. El trabajo integra la metodología computacional con la experimentación para abordar y demostrar causas genéticas subyacentes de la diabetes tipo 2.
En principio, la nueva metodología se puede aplicar a cualquier enfermedad común, incluyendo la osteoporosis, la enfermedad de Alzheimer y el cáncer. Los autores de la investigación tienen la esperanza de que con una mejor comprensión de cómo funciona el ADN de estos individuos, se avance en nuevos tratamientos.
Desde la finalización del Proyecto Genoma Humano en 2003, los científicos han estado trabajando para descubrir cómo los genes contribuyen a la enfermedad. La pregunta sigue siendo por qué algunas personas tienen más riesgo que otras a desarrollar ciertas enfermedades cuando factores como la edad, el género y el estilo de vida son iguales.
Un pequeño porcentaje de ADN contiene la secuencia codificada que produce las proteínas necesarias para el crecimiento y la función de las células. Sin embargo, el ADN que se encuentra fuera de estas regiones codificantes juega un papel esencial en la transformación de genes por intervalos. Mediante la comprensión de cómo estas regiones reguladoras trabajan en concierto con otras, se pueden identificar objetivos para las futuras terapias.
El método desarrollado y probado por este análisis rastrea los patrones dentro de las regiones reguladoras en una serie de especies cercanas o distantes a los seres humanos. Si un patrón de variantes en estas regiones no codificantes está presente en muchas especies , es probable que sirva para una función muy importante.
"Ha quedado claro que la mayor parte de las enfermedades con variantes asociadas que se encuentran en la parte no codificante del ADN, donde la función del ADN es en gran parte desconocida. Se sabe que las variantes no codificantes contribuyen a la enfermedad a través de la desregulación de la expresión génica, pero la localización de las variantes no codificantes que confieren esta desregulación sigue siendo un gran desafío", apunta la coautora del estudio y miembro del Instituto Hebrew SeniorLife para la investigación del envejecimiento, en Roslindale, Massachusetts, Estados Unidos, Melina Claussnitzer.
Los autores se centraron en el análisis de variantes genéticas asociadas con la diabetes tipo 2, una de las enfermedades más prevalentes en humanos. La integración de su método de cálculo junto con varios enfoques experimentales identificó una variante de la diabetes 2 que promueve la enfermedad al interferir con la regulación de genes y alterar la función de las células grasas.
En lugar de considerar sólo la conservación de secuencias de ADN a través de especies, la metodología de cálculo de estos investigadores encuentra patrones de ciertas secuencias que componen los sitios vinculados al factor de transcipción (TFBS) donde las proteínas se unen para regular la expresión de genes.
Para encontrar estos patrones TFBS conservados, el equipo usó los datos sobre una determinada región en torno a una variante genética en el genoma humano y buscó regiones comparables en otras especies de vertebrados. Una puntuación alta en la similitud de TFBS a través de la especies indica una elevada probabilidad de que la variante afecte a la regulación de los genes, apuntando así al mecanismo subyacente de una enfermedad. EP