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viernes, 24 de enero de 2014

Los CAP detectan problemas de salud relacionados con la pobreza en 660 niños

Tras negar de forma repetida que en Cataluña haya un problema de desnutrición o malnutrición infantil, e incluso poner en cuestión las afirmaciones en ese sentido del Síndic de Greuges, el consejero de Salud, Boi Ruiz, hizo públicos este martes los datos sobre desnutrición y problemas vinculados con la malnutrición detectados por los médicos de primaria del Instituto Catalán de la Salud (ICS).
El ICS ha detectado 660 casos de niños con “códigos sociales” —problemas que afectan a su salud— relacionados con la pobreza o la falta de recursos. Los datos son de junio de 2013 y proceden de la historia clínica informatizada de los servicios de atención primaria. Son los mismos que la vicepresidenta de la Generalitat, Joana Ortega, hizo llegar al síndic y que este utilizó para el informe que publicó este verano y cuyas conclusiones cuestionó el propio consejero. Ante las distintas interpretaciones que se han realizado de los mismos datos, el síndic, Rafael Ribó, pidió en septiembre una aclaración a Salud. Según fuentes de la institución, esa aclaración aún no ha llegado.
En una respuesta parlamentaria, el consejero de Salud declaró este martes que el ICS ha detectado 91 casos de desnutrición “que en la mayoría de los casos se vinculan con patologías crónicas de base”. Además, el Departamento de Salud tiene constancia de otros 10 casos “con un código social que recoge problemas relacionados con la falta de alimentos adecuados”.
Ruiz aportó también datos sobre problemas ligados a la malnutrición. Un 3,7% de los menores de 14 años no desayuna nunca antes de salir de casa. Además, un 2,9% toma comida rápida cuatro veces o más a la semana, según los datos utilizados por el consejero y extraídos de la encuesta de salud elaborada por la Agencia de Salud Pública de Cataluña. Casi un 12% de los niños ingiere bebidas azucaradas más de cuatro veces por semana y cerca de un 15% toma productos azucarados con la misma frecuencia.
Según el consejero, “ninguno de estos indicadores es indicativo de malnutrición y/o carencia alimentaria” y “se necesitan estudios específicos” para determinar el alcance de este problema. EL PAIS