El Secretario General de la ONU exhortó a la población en Egipto a renovar su compromiso con el diálogo y la no violencia poniendo los intereses comunes por encima de cualquier diferencia.
Con motivo del tercer aniversario de la revolución en ese país, Ban Ki-moon recordó que uno de los grandes desafíos para Egipto es la pluralidad, la garantía de que todas las voces sean escuchadas y representadas independientemente de su filiación religiosa o política.
En este sentido, Ban subrayó la necesidad de garantizar el espacio político que permita construir una democracia estable e incluyente.
Agregó que la celebración de elecciones generales libres y abiertas es un paso crucial en la transición, como lo es el combate a la impunidad y la protección de los derechos humanos.
Las revoluciones y transiciones políticas son fenómenos complejos que pueden tomar años. Un Egipto democrático y pacífico es lo que los egipcios merecen, además de que es vital para todo el norte de África y Medio Oriente, puntualizó Ban.
Finalmente, reiteró el compromiso de la ONU de apoyar la construcción de un país digno, libre y con un gobierno responsable para todos los egipcios.
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