Estados Unidos ha reconocido hoy "algunos progresos" en los tres días de negociaciones nucleares con Irán en Viena, durante los que se pactó una agenda y seguir con las conversaciones en la capital austríaca el próximo 17 de marzo.
"Hemos tenido discusiones constructivas y útiles en los pasados días. Y hemos hecho algunos progresos", indicó a un grupo de periodistas una alta fuente diplomática estadounidense, que solicitó el anonimato.
"Hemos recorrido ciertas distancias en un periodo relativamente corto de tiempo", agregó, aunque el proceso va a ser "difícil desde el principio al final".
El objetivo final de estas conversaciones es asegurar que "Irán no obtenga un arma nuclear y que la comunidad internacional tenga la confianza de que Teherán sólo tiene un programa nuclear pacífico".
La fuente explicó que durante las negociaciones tuvieron "conversaciones constructivas" que han creado un marco de trabajo y una agenda sobre las conversaciones, aunque estas no se han concretado en un documento formal.
"No vais a poder ver un marco de trabajo o una agenda formalmente escritas, pero todos (los participantes) sabemos cuáles son", subrayó la fuente.
"Todos los asuntos de preocupación sobre el programa nuclear de Irán están sobre la mesa", destacó, aunque no quiso entrar en temas "concretos" de las negociaciones.
Al plantearle las líneas rojas que han repetido varios responsables iraníes, como no entrar en las capacidades balísticas de Teherán, la fuente estadounidense destacó que lo importante es lo que se acuerde en la mesa de negociaciones.
"Todos vamos a escuchar muchas cosas en este proceso, lo importante es lo que obtengamos y lo que se acuerde en la mesa de negociaciones", recalcó.
La alta fuente diplomática reconoció que existen tres décadas de "desconfianza" entre EE.UU. e Irán, y que reparar los puentes rotos llevará tiempo, aunque destacó la "seriedad" y el ambiente de "buena fe" con el que se ha negociado.
"Existe un largo camino que recorrer", destacó, y el proceso no garantiza el éxito, aunque lograr una agenda y próximas reuniones es un paso concreto hacia un acuerdo que cierre un litigio nuclear con Irán que dura ya más de una década.
La reunión de Viena es la primera después de que el pasado noviembre el G5+1 (EE.UU., Rusia, China, Francia, Reino Unido, mas Alemania) e Irán pactaran un plan de acción de seis meses, durante el que Teherán se compromete a paralizar sus actividades nucleares más polémicas y las potencias a suspender ciertas sanciones económicas impuestas al país asiático.
A largo plazo, el objetivo es cerrar un acuerdo definitivo que dé garantías de que Irán no pretende desarrollar un arma nuclear y que le asegure su derecho al uso pacífico de la energía atómica.
El Organismo Internacional de la Energía Atómica ha sido incapaz en más de diez años de inspecciones de garantizar que los esfuerzos atómicos iraníes son exclusivamente pacíficos.
Irán ha venido insistiendo en que su programa atómico tiene un carácter exclusivamente civil.
EFE