El derbi más importante de los últimos tiempos, 'ligueramente' hablando, llega al Vicente Calderón. Un duelo con aroma a los de antes. Por la igualdad en la tabla de ambos conjuntos. Por la trascendencia del encuentro. Y hasta por el horario, las cinco de la tarde. Un partido con las espadas en todo lo alto en el que, por primera vez en mucho tiempo, el Atlético tiene más que perder que ganar.
Porque una derrota apartará, casi de manera definitiva, a los rojiblancos de la lucha por el título. Una pelea en la que se han metido con más hechos que palabras y de la que no quieren salir ahora. El Real Madrid aventaja en tres puntos al Atlético y si sale del Calderón con seis de diferencia, el sueño habrá terminado para los rojiblancos.
Para seguir alimentando la llama de la ilusión, el conjunto colchonero debe ganar. O empatar, como mal menor, pues se mantendería la diferencia pero el Atlético tendría ganado el 'goal-average'. Desde el Manzanares apelan a lo colectivo, al grupo, a la garra, al orgullo y al carácter para frenar al mejor Madrid de la temporada.
Los blancos llegan lanzados tras golear al Schalke en Alemania y con un tridente de ataque (Bale, Cristiano y Benzema) que da miedo. Si a ello le unimos la fiabilidad de la zaga, la estabilidad de Xabi Alonso, el buen estado de Di Maria o un Modric genial, el Madrid se convierte en un rival temible. Pero en el Calderón no conocen el significado de la palabra miedo.
Otro reto colchonero
El Atlético se quitó en mayo del año pasado una losa demasiado pesada (de 14 años) sin derrotar al eterno rival. Y aunque más tiempo lleva sin ganarle en casa, desde junio de 1999 concretamente, el equipo rojiblanco se ha ganado el derecho a mirar de 'tú a tú' al eterno enemigo. La contundente derrota en Pamplona ha rebajado la confianza en el entorno colchonero, pero si se ha creído en años anteriores, no hacerlo ahora debería estar prohibido
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En el plano deportivo, el Atlético ha preparado un partido físico, táctico, en el que los jugadores blancos no dispongan de espacios para hacer daño. Arropados atrás, concentrados y listos para salir rápido y hacer daño es la consigna que manejan en el vestuario local. Simeone, que desde el miércoles ha probado con un 'once tiutlar' sin Villa y Diego Ribas, con Raúl García como pareja de baile de Diego Costa, no puede permitirse un choque abierto porque tiene todas las de perder.
En el bando visitante, Carlo Ancelotti no tocará lo que está funcionando para lograr una victoria que le quite a un rival del medio en la lucha por la Liga. El gran peligro blanco, la denominada 'BBC'. Bale, Benzema y Cristiano, que vuelve a la Liga tras cumplir los tres partidos de sanción, suman 46 goles en el campeonato doméstico, más que 16 equipos de la Liga
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