El ministro Miguel Rodríguez Torres reveló hoy detalles sobredos magnicidios que se planearon para acabar con la vida del presidente Hugo Chávez, y que fueron conjurados gracias a “trabajos de inteligencia.
En uno de los intentos de asesinato, detalló que se pagaban USD 5 millones para que un reo de la cárcel de San Juan de los Morros, usando un “fusil barret”, conocido por su largo alcance, disparara contra el Presidente Chávez desde Parque Central hasta una tarima en la avenida Bolívar de Caracas.
“En una oportunidad estaban pagando 5 millones de dólares, ese es un expediente que algún día, cuando las leyes me lo permitan, habrá que sacarlo a la luz pública, para que saliera un preso de la cárcel de San Juan de los Morros y utilizando un fusil barret hiciera un disparo contra el presidente (Hugo) Chávez y le segara la vida. El disparo se iba a hacer desde Parque Central a una tarima en la avenida Bolívar. Tenían todo fríamente calculado”, dijo en medio de su participación en una conferencia denominada “golpe suave, guerra mediática”.
“Ese ciudadano, ese preso, entraba y salía de la cárcel constantemente. Tanto, que cuando yo me reuní con el preso para que me explicara la operación lo hice fuera de la cárcel. Me echó el cuento completo, quién le estaba pagando, para qué le estaban pagando. Aquí han intentado todo y de todo para acabar con la revolución bolivariana”, añadió.
Otro atentado lo planearon para que un sicario quitara la vida al presidente Hugo Chávez haciendo ver que era uno de sus escoltas.
“La idea era matarlo no solo físicamente, sino moralmente también, haciendo ver que uno de los suyos le había quitado la vida”, sentenció.