a identificación de los más de 30 niños que murieron calcinados en un autobús incendiado en un pueblo del norte de Colombia tomará una semana más, dijeron fuentes oficiales, que indicaron que los registros genéticos de los menores fueron enviados a
Bogotá.
La tragedia ocurrida el domingo en el municipio de Fundación, en el departamento del Magdalena (costa Caribe), dejó como saldo 31 menores muertos, la mayoría de ellos entre cuatro y ocho años de edad, según un nuevo balance divulgado por las autoridades.
La cifra fue confirmada por el gobernador del Magdalena, Luis Miguel Cotes, quien agregó que los heridos fueron en total 44 pero aclaró que no todas las víctimas estaban dentro del autobús incinerado, sino que también son personas que sufrieron lesiones al tratar de socorrer a los pequeños.
En el autobús, que fue devorado por las llamas en cuestión de minutos, viajaban en total 52 personas, de las cuales sólo dos eran adultos.
El gobernador detalló que todavía hay 13 personas ingresadas en el hospital Fernando Troconis de Santa Marta, la capital del Magdalena, y cuatro en la vecina Barranquilla, tres de ellas en estado crítico.
De otro lado, el conductor del autobús, Jaime Gutiérrez Ospino, fue llevado este martes a una audiencia judicial en Santa Marta y tendrá responder por cargos de homicidio y lesiones personales.
El incendio se produjo cuando los menores regresaban a Fundación después de asistir a una celebración de una iglesia pentecostal.
El autobús incendiado no estaba habilitado para circular desde 2012, viajaba con exceso de pasajeros y además el conductor vertió gasolina en el carburador cuando el vehículo funcionaba a gas, lo que parece haber sido la causa del incendio, según las autoridades.
EFE
