Las partes enfrentadas en Venezuela tienen todavía la oportunidad de revertir la crisis, pero no hay tiempo que perder, pues hallar una solución es una tarea cada vez "más urgente y compleja" y va a requerir el concurso de la comunidad internacional, advirtió hoy International Crisis Group (ICG).
Venezuela "necesita urgentemente aceptar su pasado reciente, alcanzar un consenso sobre cómo afrontar el futuro y reafirmar su compromiso con la paz y la democracia. Ni en el Gobierno ni la oposición podrán resolver esta crisis solos", afirma la organización no gubernamental en un informe sobre el país caribeño publicado hoy.
ICG apunta que la situación está en un "punto de quiebre" y si se rompe definitivamente, tendrá consecuencias "graves" para la región, especialmente para Colombia y Cuba.
Según ICG, "ninguno de los actores implicados tiene en la actualidad el pleno control de la situación" en las calles y señaló que si no se actuá en el marco de la Constitución habrá "graves consecuencias para la estabilidad política de Venezuela a corto plazo".
El informe menciona a Cuba y Colomobia como países con influencia en el diálogo. destaca que "sean cuales sean sus simpatías ideológicas (las de los otros países), sería un grave error pensar que la crisis en Venezuela puede manejarse sin un apoyo externo y un cambio profundo interno".
"Para que el diálogo tenga éxito es necesario que abarque los factores claves de la crisis"
Por ahora, el diálogo entablado por el Gobierno y la opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD) en abril, dos meses después de que comenzaran las protestas estudiantiles a las que se sumó una parte de la oposición, no ha podido acabar con la violencia.
ICG considera que para que ese "frágil" diálogo apoyado por la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) y el Vaticano pueda tener éxito es necesario que abarque "los factores claves" de la crisis y que "siente las bases para un consenso político".
Los puntos en los que se necesita un consenso a corto plazo son el rechazo a la violencia y el freno de las actividades de los grupos "más proclives a desatarla".
Acciones para la oposición y gobierno, según ICG
Al Gobierno le correspondería cesar las restricciones legales al derecho a la protesta pacífica, evitar "el uso excesivo de la fuerza", liberar a los manifestantes detenidos y desarmar y desarticular a grupos de civiles armados partidarios del chavismo.
A la oposición le tocaría acabar con los llamados a que el presidente Nicolás Maduro renuncie y comprometerse con el principio de que cualquier "cambio de régimen" debe ser constitucional, además de garantizar que los manifestantes no porten armas.EFE