Comerciantes del estado Bolívar reportan perdidas económicas tras 5 días de protestas "sin descanso" y actuación policial en la capital del estado.
La escuela de Medicina de la Universidad de Oriente ha sido el escenario de las manifestaciones y actuación de los cuerpos de seguridad en los últimos días en el municipio Heres.
La Cámara de Comercio e Industrias del estado Bolívar denunció agresiones a dueños de negocios que laboran en esa zona y "cuantiosas pérdidas económicas", pues deben permanecer con algunos establecimientos cerrados y otros trabajando solo hasta el mediodía.
Esta situación se suma a la falta de inventario y la dificultad para adquirir productos.
"Los establecimientos están trabajando ahorita para por lo menos cubrir sus costos operativos y que las quincenas de los empleados y el alquiler no se pueden dejar de pagar, así como la luz y los servicios básicos", explicó el presidente de la Cámara, Roman Aziz.
Asegura que no se han cuantificado exactamente las pérdidas económicas registradas durante los días de manifestación, pero asegura son "muchas".
Resaltó el caso del comerciante Rafael Díaz, quien fue agredido cuando un estudiante ingresó a su negocio para resguardarse y varios funcionarios se lo llevaban detenido. En eso, Díaz intentó mediar y recibió un empujón y presuntamente una amenaza de llevárselo detenido.
Aziz hizo un llamado a los manifestantes a evitar la violencia durante las protestas y a los cuerpos de seguridad a no hacer uso excesivo de la fuerza para dispersar a las personas que toman las calles.
Con santa maria a "media"
Cuando comienza la manifestación y la actuación policial, los comerciantes deben cerrar por medidas de seguridad. Negocios textiles y de repuestos para vehículos, por mencionar algunos, se ven afectados.
Harold Barreto trabaja en un local de venta de telas, muy cerca de la escuela de medicina y dice estar afectado por la situación de las protestas, "en las tardes no podemos trabajar nada. Ayer en la mañana se cerro aquí a las 10 de la mañana, o sea, trabajamos a medias".
Incluso, resalto que en el establecimiento cada trabajador tiene su "potecito" de vinagre para disminuir el efecto del gas lacrimógeno.
Los comerciantes aseguran que a las manifestaciones se suma el tema de la inseguridad, y en ese punto, indican que el servicio de vigilancia privada genera un costo adicional no incluido en el presupuesto de la mayoría de los establecimientos.