Una aplicación para teléfonos inteligentes llamada Eaze ofrece desde este martes entregas a domicilio de marihuana terapéutica a los habitantes de San Francisco, en el oeste de Estados Unidos, siguiendo el modelo del popular servicio de taxis Uber.
Eaze se presenta en su sitio Internet (www.eazeup.com) como un “nuevo servicio de salud a domicilio que permite a los pacientes tener un acceso rápido y profesional a la marihuana terapéutica a través de sus teléfonos móviles”.
Este servicio, que es gratuito para los consumidores y “factura una pequeña comisión a los dispensarios”, “entrega la medicina a los pacientes de San Francisco (California) en una media de 10 minutos”, precisó la empresa en un comunicado.
Después de que los usuarios se inscriben en “pocos minutos” al servicio, Eaze comprueba las cantidades de cannabis que cada paciente necesita y pone a su servicio “una red entera de dispensarios”.
“El proceso para comprar la marihuana terapéutica puede ser lento, difícil e impredecible”, aseguró el fundador de Eaze, Keith McCarthy, citado en el comunicado. “Muchas veces los pacientes deben acudir a varios dispensarios cada vez que hacen una compra”.
Tras realizar un pedido, los usuarios “pueden seguir en directo el curso de la entrega”, al igual que sucede con el servicio de taxis Uber.
Una portavoz de la empresa dijo a la AFP que “varios centenares” de potenciales clientes habían pedido información sobre el servicio desde que entró en funcionamiento la mañana del martes.
El uso del cannabis medicinal es legal en 23 estados y la capital de Estados Unidos, mientras que Colorado y Washington permiten la venta de marihuana para fines recreativos.
Eaze quiere expandir más adelante su negocio al sur de California, que en 1996 se convirtió en el primer estado en legalizar el cannabis como terapia para aliviar los síntomas de ciertas enfermedades.
Estudiantes de la universidad de Washington en Seattle tienen previsto lanzar la aplicación Canary, que ofrece el mismo servicio que Eaze a consumidores de la ciudad. Sin embargo, la legislación estatal no permite el uso terapéutico de esta sustancia.