La operación de traslado del buque Costa Concordia, encallado desde enero de 2012 en la isla italiana de Giglio (costa del Tirreno), hasta el puerto de Génova fue retrasada hoy hasta el próximo miércoles, explicaron los responsables de la operación.
Las labores de preparación del buque, reflotado la semana pasada con ayuda de enormes cajones metálicos adosados a sus costados, necesitan de más tiempo y el retraso no se debe a razones meteorológicas o al estado del mar, precisaron.
Se trata del segundo retraso del traslado del buque siniestrado, cuyo naufragio causó la muerte a 32 personas, ya que en principio estaba previsto que la operación de remolque hubiera comenzado hoy y posteriormente se anunció que comenzaría mañana, martes.
El responsable de Protección Civil Franco Gabrielli explicó en conferencia de prensa en el lugar donde se encuentra el barco que se necesitan "veinticuatro horas más, lo que garantiza el tiempo necesario para programar las operaciones".
Precisó sin embargo que el nuevo plazo hay que tomarlo con "prudencia" y podría haber posteriores decisiones sobre cuándo partirá el buque.
La operación de traslado a Génova, situada en el norte de la península italiana, incluye la disposición de hasta catorce embarcaciones, que guiarán y vigilarán el transporte del Concordia, que desde la semana pasada ha sido elevado varios metros desde su posición original sobre el lecho marino próximo a la costa de la isla de Giglio.
Antes de conocerse el nuevo retraso, el ministro de Medio Ambiente italiano, Gian Luca Galletti, aseguró que el traslado se realizará con la máxima seguridad para evitar cualquier contaminación del mar e insistió en que Italia no tiene la obligación de avisar a Francia sobre el procedimiento de la partida.
"Realizamos controles cada hora para advertir posibles fugas y, durante el traslado del Costa Concordia, habrá una nave que vigilará la seguridad medioambiental", afirmó el ministro en una entrevista publicada en el diario La Stampa.
"La embarcación pasará frente a las costas de Córcega, pero en aguas internacionales no tenemos ninguna obligación de informar a Francia", añadió.
Estas declaraciones se producen días después de que la ministra de Ecología francesa, Ségolène Royal, escribiera una carta al alcalde de Bastia (Córcega), Gilles Simeoni, mostrándole su preocupación por el posible vertido de sustancias nocivas en el litoral de Córcega.
En la misiva, Royal calificó de "inaceptable" que Italia no le avise de los peligros que conlleva el traslado y de las medidas de seguridad que se llevará a cabo para proteger el mar Mediterráneo y la fauna marina de una posible contaminación.
El ministro también hizo referencia a la fuga de combustible producida el fin de semana pasado durante las operaciones de reflote del crucero.
"En las últimas horas ha habido una fuga pero se ha solucionado, no hay de qué alarmarse", sostuvo.
Actualmente, el Concordia contiene cerca de 100 toneladas de carburante y otras sustancias nocivas como sulfuros, desinfectantes o ácidos, que podrían ser vertidos al mar durante su traslado, según las organizaciones ecologistas Greenpeace y Legambiente.
El Costa Concordia encalló el pasado 13 de enero de 2012, después de que su capitán, Francesco Schettino, se acercara demasiado a la costa de la isla de Giglio e impactara con un escollo que rompió el casco de la embarcación y la hizo naufragar.
El suceso causó 32 fallecidos, uno de los cuales aún desaparecido, y 64 heridos.
El capitán Schettino afronta actualmente un proceso judicial acusado de homicidio culposo múltiple, abandono de la nave, naufragio y de no haber informado inmediatamente a las autoridades portuarias de la colisión.
Las labores de preparación del buque, reflotado la semana pasada con ayuda de enormes cajones metálicos adosados a sus costados, necesitan de más tiempo y el retraso no se debe a razones meteorológicas o al estado del mar, precisaron.
Se trata del segundo retraso del traslado del buque siniestrado, cuyo naufragio causó la muerte a 32 personas, ya que en principio estaba previsto que la operación de remolque hubiera comenzado hoy y posteriormente se anunció que comenzaría mañana, martes.
El responsable de Protección Civil Franco Gabrielli explicó en conferencia de prensa en el lugar donde se encuentra el barco que se necesitan "veinticuatro horas más, lo que garantiza el tiempo necesario para programar las operaciones".
Precisó sin embargo que el nuevo plazo hay que tomarlo con "prudencia" y podría haber posteriores decisiones sobre cuándo partirá el buque.
La operación de traslado a Génova, situada en el norte de la península italiana, incluye la disposición de hasta catorce embarcaciones, que guiarán y vigilarán el transporte del Concordia, que desde la semana pasada ha sido elevado varios metros desde su posición original sobre el lecho marino próximo a la costa de la isla de Giglio.
Antes de conocerse el nuevo retraso, el ministro de Medio Ambiente italiano, Gian Luca Galletti, aseguró que el traslado se realizará con la máxima seguridad para evitar cualquier contaminación del mar e insistió en que Italia no tiene la obligación de avisar a Francia sobre el procedimiento de la partida.
"Realizamos controles cada hora para advertir posibles fugas y, durante el traslado del Costa Concordia, habrá una nave que vigilará la seguridad medioambiental", afirmó el ministro en una entrevista publicada en el diario La Stampa.
"La embarcación pasará frente a las costas de Córcega, pero en aguas internacionales no tenemos ninguna obligación de informar a Francia", añadió.
Estas declaraciones se producen días después de que la ministra de Ecología francesa, Ségolène Royal, escribiera una carta al alcalde de Bastia (Córcega), Gilles Simeoni, mostrándole su preocupación por el posible vertido de sustancias nocivas en el litoral de Córcega.
En la misiva, Royal calificó de "inaceptable" que Italia no le avise de los peligros que conlleva el traslado y de las medidas de seguridad que se llevará a cabo para proteger el mar Mediterráneo y la fauna marina de una posible contaminación.
El ministro también hizo referencia a la fuga de combustible producida el fin de semana pasado durante las operaciones de reflote del crucero.
"En las últimas horas ha habido una fuga pero se ha solucionado, no hay de qué alarmarse", sostuvo.
Actualmente, el Concordia contiene cerca de 100 toneladas de carburante y otras sustancias nocivas como sulfuros, desinfectantes o ácidos, que podrían ser vertidos al mar durante su traslado, según las organizaciones ecologistas Greenpeace y Legambiente.
El Costa Concordia encalló el pasado 13 de enero de 2012, después de que su capitán, Francesco Schettino, se acercara demasiado a la costa de la isla de Giglio e impactara con un escollo que rompió el casco de la embarcación y la hizo naufragar.
El suceso causó 32 fallecidos, uno de los cuales aún desaparecido, y 64 heridos.
El capitán Schettino afronta actualmente un proceso judicial acusado de homicidio culposo múltiple, abandono de la nave, naufragio y de no haber informado inmediatamente a las autoridades portuarias de la colisión.
EFE
