La deuda pública española alcanzó y superó el pasado junio el umbral histórico del billón euros. Según los datos que acaba de hacer público el Banco de España, el lastre alcanzó los 1.007.319 millones de euros, 10.000 más que en mayo.
Ese mes había quedado a tan solo 3.000 millones de la cifra simbólica. Ahora, el peso en el conjunto de la economía ha quedado en el 98,4%%, frente al 97,4% del mes anterior. Cuando Mariano Rajoy llegó al poder, a finales de 2011, la deuda era de 737.406, el 70,4% del PIB.
El Gobierno asumió hace tiempo que alcanzará el 100% del PIB, un nivel de endeudamiento que no se alcanzaba en España en más de 100 años, a juzgar por los datos históricos que recopila el Fondo Monetario Internacional (FMI). El pasivo se ha disparado en España desde que comenzó esta larga crisis, en 2007, no suponía más del 36% del PIB, así que el lastre prácticamente se ha triplicado.
Pero la baja inflación no es un buen aliado para que España reduzca esta ratio entre PIB y deuda, ya que la ratio se mide en función del PIB nominal y la deuda pesa más cuanto menos sube el precio de la vida. Además, el crecimiento, pese a haberse acelerado con un avance del 0,6% en el segundo trimestre y estar hoy por hoy entre los mayores de la zona euro, es aún débil.EL PAIS
La deuda pública española alcanzó y superó el pasado junio el umbral histórico del billón euros. Según los datos que acaba de hacer público el Banco de España, el lastre alcanzó los 1.007.319 millones de euros, 10.000 más que en mayo.
Ese mes había quedado a tan solo 3.000 millones de la cifra simbólica. Ahora, el peso en el conjunto de la economía ha quedado en el 98,4%%, frente al 97,4% del mes anterior. Cuando Mariano Rajoy llegó al poder, a finales de 2011, la deuda era de 737.406, el 70,4% del PIB.
El Gobierno asumió hace tiempo que alcanzará el 100% del PIB, un nivel de endeudamiento que no se alcanzaba en España en más de 100 años, a juzgar por los datos históricos que recopila el Fondo Monetario Internacional (FMI). El pasivo se ha disparado en España desde que comenzó esta larga crisis, en 2007, no suponía más del 36% del PIB, así que el lastre prácticamente se ha triplicado.
Pero la baja inflación no es un buen aliado para que España reduzca esta ratio entre PIB y deuda, ya que la ratio se mide en función del PIB nominal y la deuda pesa más cuanto menos sube el precio de la vida. Además, el crecimiento, pese a haberse acelerado con un avance del 0,6% en el segundo trimestre y estar hoy por hoy entre los mayores de la zona euro, es aún débil.EL PAIS