Altos funcionarios de la ONU expresaron horror ante el ataque perpetrado contra un semanario satírico francés que dejó una docena de muertos y un número indeterminado de heridos.
Al visitar este miércoles el club de la prensa acreditada ante el Organismo mundial, el Secretario General, Ban Ki-moon, describió su consternación e indignación.
"Ha sido un crimen horrendo, injustificable y a sangre fría. Ha sido un asalto directo contra pilares de la democracia: la prensa y la libertad de expresión", subrayó.
Por su parte, la Directora General de la UNESCO, Irina Bokova, sostuvo que más que una tragedia personal, el atentado constituye un ataque a la prensa y a la libertad de expresión y que la comunidad mundial no puede permitir que extremistas silencien el libre flujo de opiniones e ideas.
El Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, Zeid Al Hussein, también condenó la masacre y expresó su preocupación de que este acto cause un aumento de la xenofobia y de los sentimientos anti-inmigrantes que están creciendo en Europa.