Familiares de personas desaparecidas en el municipio de Iguala, estado mexicano de Guerrero, hallaron ocho cuerpos en tres fosas clandestinas, informó este jueves una fuente comunitaria, mientras continúa la violencia asociada a las protestas por la desaparición de 43 estudiantes en septiembre pasado.
Los familiares, acompañados por policías comunitarios, encontraron tres cadáveres el miércoles y otros cinco el jueves en las fosas descubiertas en el paraje denominado La Laguna, informó a Efe un vocero de la Unión de Pueblos y Organizaciones del Estado de Guerrero (Upoeg).
Desde la desaparición de los 43 estudiantes el pasado 26 de septiembre en Iguala, la Upoeg, organización comunitaria que surgió en enero de 2013 para realizar funciones policiales ante el asedio del crimen organizado, asiste a los pobladores en la búsqueda de familiares desaparecidos.
Hasta ahora han encontrado unos 40 restos humanos en Iguala, algunos de más de cinco años y que no coinciden con los estudiantes de una escuela rural para maestros desaparecidos en septiembre a manos de policías municipales y miembros del grupo criminal Guerreros Unidos.
A su vez, algunos padres de esos estudiantes y policías comunitarios iniciaron este jueves una búsqueda de los jóvenes en la Loma del Zapatero, en Iguala, sin encontrar indicio alguno. Los padres dijeron que planean quedarse tres días más en la zona.
En tanto, unos 100 integrantes de la Coordinadora Estatal de Trabajadores de la Educación de Guerrero (Ceteg) irrumpieron en una reunión de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) que se efectuaba en un auditorio en Chilpancingo, la capital del estado.
Los maestros desalojaron a los alrededor de 1.500 asistentes mientras exigían que cesen las demandas de represión contra su movimiento por parte del presidente de Coparmex en Chilpancingo, Jorge Nava Romero, argumentando que "está en peligro la estabilidad de Guerrero".
Asimismo, los miembros de la Ceteg prendieron fuego a una camioneta de la Policía Estatal.
La Ceteg, que se opone a la reforma educativa promulgada por el Gobierno mexicano que resta prerrogativas a las agrupaciones gremiales, ha encabezado numerosas manifestaciones violentas a raíz de la desaparición de los 43 estudiantes de la Escuela Normal Rural de Ayotzinapa el 26 de septiembre del año pasado.
Desde la desaparición de los 43 estudiantes el pasado 26 de septiembre en Iguala, la Upoeg, organización comunitaria que surgió en enero de 2013 para realizar funciones policiales ante el asedio del crimen organizado, asiste a los pobladores en la búsqueda de familiares desaparecidos.
Hasta ahora han encontrado unos 40 restos humanos en Iguala, algunos de más de cinco años y que no coinciden con los estudiantes de una escuela rural para maestros desaparecidos en septiembre a manos de policías municipales y miembros del grupo criminal Guerreros Unidos.
A su vez, algunos padres de esos estudiantes y policías comunitarios iniciaron este jueves una búsqueda de los jóvenes en la Loma del Zapatero, en Iguala, sin encontrar indicio alguno. Los padres dijeron que planean quedarse tres días más en la zona.
En tanto, unos 100 integrantes de la Coordinadora Estatal de Trabajadores de la Educación de Guerrero (Ceteg) irrumpieron en una reunión de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) que se efectuaba en un auditorio en Chilpancingo, la capital del estado.
Los maestros desalojaron a los alrededor de 1.500 asistentes mientras exigían que cesen las demandas de represión contra su movimiento por parte del presidente de Coparmex en Chilpancingo, Jorge Nava Romero, argumentando que "está en peligro la estabilidad de Guerrero".
Asimismo, los miembros de la Ceteg prendieron fuego a una camioneta de la Policía Estatal.
La Ceteg, que se opone a la reforma educativa promulgada por el Gobierno mexicano que resta prerrogativas a las agrupaciones gremiales, ha encabezado numerosas manifestaciones violentas a raíz de la desaparición de los 43 estudiantes de la Escuela Normal Rural de Ayotzinapa el 26 de septiembre del año pasado.
EFE