BBC Mundo: la titánica lucha entre los primos Porsche por el control de Volkswagen
La repentina salida de Ferdinand Piech de Volkswagen ha dejado a la automotora alemana en un cruce de caminos tras liberarse de un hombre que solía ser retratado como un irascible y autocrático patriarca.
Pero también han perdido el impulso y liderazgo de una importante figura en la industria, el hombre que revivió a un fabricante de autos en situación crítica en los 90 y lo convirtió en un imperio automovilístico.
Piech se convirtió en el director ejecutivo de VW en 1993, después de una exitosa carrera en su subsidiaria de lujo Audi.
Estuvo en el puesto durante años hasta que se convirtió en presidente de la compañía: cambio que no redujo su influencia y cuando tuvo problemas con su sucesor en 2006, fue el director ejecutivo el que tuvo que hacer las maletas.
Su gestión se ha caracterizado por el crecimiento y la ambición.
El año pasado, VW fue el segundo fabricante por ventas detrás de la japonesa Toyota y por delante de la estadounidense General Motors.
Caída
Bajo su comando, la compañía tomó el control de las marcas de lujo Bentley, Bugatti y Lamborghini, completó la incorporación de la checa Skoda y compró el fabricante de camiones Scania.
También adquirió la compañía de motocicletas italianas de gama alta Ducatti.
Y la joya de la corona de su carrera fue la incorporación del fabricante de autos deportivos Porsche, uniendo dos muy diferentes automotrices alemanas que sin embargo comparten una herencia común.
Su repentina renuncia esta semana llegó después de un aparente intento de socavar al actual director ejecutivo, Martin Winterkorn, a quien criticó en una entrevista.
Su caída fue posible porque se negaron a apoyarlo algunos miembros del consejo de administración, incluidos los representantes de la gobernación de Baja Sajonia (accionista clave) y los representantes sindicales.
Al contrario, se colocaron del lado de su primo y archirrival, Wolfgang Porsche, actualmente el presidente del fabricante que lleva su nombre.
Rivalidad familiar
Una pregunta fundamental acerca del futuro de VW es si esta particular rivalidad familiar va a continuar.
Los dos primos son nietos de Ferdinand Porsche, el diseñador del Volkswagen Beetle y el fundador de la famosa fábrica de deportivos.
Ambos tienen una implicación sustancial en la parte que la familia posee en Porsche Automobil Holding SE, que a su vez tiene el 50,7% del Grupo Volkswagen.
Ambos encabezan clanes rivales y todas las evidencias sugieren que no se gustan demasiado.
El logro de Piech de adquirir Porsche para VW fue visto por muchos como una humillación para su primo, que se opuso de manera vehemente al plan.
La salida de Piech se interpreta ahora como su particular venganza.
¿No más adquisiciones?
Sin embargo, puede que no sea el fin de la historia. Piech continúa teniendo una parte significativa de Porsche y puede querer ejercer su influencia tras bambalinas.
Es más, se puede esperar que continúen las rivalidades entre las diferentes facciones de la dinastía Porsche-Piech. Así que en el futuro, VW va a continuar siendo, al menos en parte, un asunto familiar.
En cuanto a estrategia, puede que sí haya algunos cambios destacables. La ambición imperial que caracterizó la gestión de Piech se espera que termine.
Adquisiciones como la de Ducati han sido frecuentemente criticadas por expertos por carecer de lógica empresarial. Así que la largamente hablada de Alfa Romeo parece improbable.
Luego está la cuestión de la rebaja de costes. El Grupo Volkswagen hace gran parte de sus beneficios de sus marcas más exclusivas, Audi y Porsche.
Pero VW en sí, la marca destinada al mercado masivo, tiene dificultades. Sus costes son demasiado altos y su margen de beneficios es mucho menor que rivales como Toyota y GM.
La cuestión es si el director ejecutivo, Martin Winterkorn, puede hacer algo.
Desafío del ahorro
Expertos dicen que durante la gestión de Piech, la empresa gastó demasiado en investigación y desarrollo de proyectos vanidosos.
La creación del Bugatti Veyron, de mil caballos de potencia, fue un ejemplo. La empresa perdió millones de dólares en cada unidad vendida.
Sin la influencia de Piech, puede que se accionen los frenos y los gastos se reduzcan a niveles más manejables.
Sin embargo, otros costos se harán más difícil de reducir. Es simple, hacer autos en Alemania es caro por los salarios que hay que pagar
Todo quedó claro con la salida de Piech y algunos comentaristas han sugerido que su intento de sacar a Winterkorn fue fruto de la frustración por su incapacidad para cortar gastos con la suficiente velocidad.
Es duro ver cómo esto cambiará simplemente porque el presidente se fue. Los representantes de los empleados son la mitad en el consejo supervisor de VW y otros los ocupan representantes del estado de Baja Sajonia, que tiene un 20% de las acciones.
Es decir, los que ayudaron a Winterkorn a conservar su empleo, no parecen dispuestos a llevarle la contraria en un futuro cercano con recortes radicales.
“Más eficiencia”
En cualquier caso, los analistas dicen que ahora hay una oportunidad para el cambio en VW y eso puede ser que el indulto de Winterkorn no dure demasiado.
Como lo afirma Arndt Ellinghorst, del grupo investigador Evercore ISI: “VW debería usar esta apertura para renovarse”.
“Debería enfocarse en encontrar fuera un buen presidente, sin vínculos con la familia Porsche, que pueda traer un nuevo director para la empresa”, dijo.
“Luego se pueden centrar en la eficiencia y un poco más eficiencia en VW les llevaría muy lejos”