Para ser el combate del siglo, la bravuconería habitual en las ruedas de prensa brilló por su ausencia. Floyd Mayweather Jr. y Manny Pacquiao se mostraron discretos en su comparecencia ante los medios y esa fue una de las notas que más llamó la atención, acostumbrados los aficionados a las típicas frases despectivas y de desconsideración de un boxeador hacia otro y viceversa.
Lo que no hicieron los protagonistas lo ejecutaron sus ‘segundos’. Freddie Roach, preparador del filipino, y Floyd Mayweather Sr, entrenador de su hijo, se enzarzaron en una polémica tan agria como estéril. Roach sigue pidiendo que le dejen examinar los guantes de Mayweather, confeccionados a mano, porque quiere saber qué materiales contiene.
Mayweather padre le contestó que esa petición es producto del miedo. La Comisión de Nevada todavía no ha respuesto a la petición del entrenador de Pacquiao. Y Roach aclaró que “sólo quiero saber si los guantes han sido pesados. Pero todavía no han aparecido”.
Roach contraatacó manifestando que “no odio a Floyd; odio sus poemas”, en referencia a la costumbre que tiene el estadounidense de hacer ripios sobre sus contrincantes. Prosiguió Roach diciendo que él y su pupilo han desarrollado “una fórmula ganadora” para derrotar al campeón y predijo que su boxeador ganaría a los puntos. “Si Mayweather se queda quieto le van a llover los golpes. Y si se mueve le vamos a cortar el paso. He estudiado a Mayweather a lo largo de cinco años. Sé mucho sobre él y creo que tengo la fórmula ganadora”, concluyó Roach
MD