Varias dependencias de la ONU, el representante especial de Naciones Unidas para Migración y Desarrollo, y la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) urgieron este martes a los líderes de Indonesia, Malasia y Tailandia a proteger a los migrantes y refugiados que se encuentran a la deriva en la Bahía de Bengala y el Mar de Andamán.
En un comunicado conjunto, los organismos conminaron a esos países a salvar la vida de esos migrantes, a permitirles el desembarco en condiciones de seguridad y a proteger sus derechos humanos.
Señalaron que esos viajes desesperados por tierra, mar o aire se han convertido en un fenómeno global y recordaron que solo en el sureste asiático, más de 88.000 personas se han aventurado en embarcaciones del 2014 a la fecha.
De ese total, se estima que cerca de un millar han perecido en naufragios y otro tanto han muerto debido a atrocidades y privaciones a manos de los traficantes de personas.
La ONU y la OIM instaron a la Asociación de Naciones del Sureste Asiático (ASEAN) a apoyar a Indonesia, Malasia y Tailandia en el rescate de los migrantes y les pidieron garantizar que se respete el principio de no retorno, así como el establecimiento de un proceso de protección, monitoreo, asistencia y reubicación de esas personas.