(Grecia, 30 de junio. AFP) - Grecia incurrirá este martes en un impago al FMI, a cinco días de un referéndum que decidirá su futuro en la zona euro y en medio de una actividad política frenética en Europa para encontrar una salida airosa in extremis.
El ministro griego de Finanzas, Yanis Varoufakis, confirmó que su país, con los bancos y la bolsa cerrados hasta el lunes inclusive, no abonará este martes los 1.500 millones de euros debidos al Fondo Monetario Internacional, tal y como adelantó el lunes el primer ministro Alexis Tsipras.
El vencimiento de este pago coincide con el fin del programa de asistencia financiera de la UE y el FMI, y los mercados dan por hecho el impago. Según expertos y políticos, es de esperar quelas consecuencias sean limitadas.
Pero la incertidumbre en cuanto a los efectos del caso griego en la Eurozona y más allá sigue dando muchos dolores de cabeza, y este martes la Comisión Europea trataba todavía de encontrar un compromiso de último minuto con Atenas.
Según una fuente de la Comisión, su presidente Jean-Claude Juncker presentó a Tsipras “los contornos de un acuerdo de último minuto”.
Según otra fuente europea, la propuesta de Juncker implicaría que el gobierno griego acepte la oferta de los acreedores (la UE y el FMI) formulada el fin de semana, y sobre la base de ésta llame al país a votar “sí” en el referendo del domingo 5 de julio.
En Atenas, una fuente gubernamental señaló que Tsipras tuvo este martes conversaciones telefónicas con Juncker, el presidente del Banco Central Europeo Mario Drgahi y el presidente del Parlamento Europeo Martin Schulz, sin dar detalles.
El pasado viernes, el gobierno griego rechazó la oferta de sus acreedores de extender el programa de asistencia cinco meses, con una dotación total de 15.500 millones de euros a cambio del estricto cumplimiento de una serie de ajustes y reformas.
El ejecutivo denunció que el plazo propuesto y la financiación se quedaban cortos, que no se contemplaba una necesaria reestructuración de la deuda pública, y que las medidas de ajuste en cuanto a pensiones, IVA y otros ámbitos eran “medidas recesivas”.
Tsipras anunció el mismo día un referéndum sobre la oferta de los acreedores, y llamó a sus conciudadanos a votar “no”, una posición que sus socios tratan ahora de cambiar.
La consulta tendrá lugar tras una semana de corralito, vigente desde el pasado lunes y hasta al próximo 6 de julio, en el que los griegos sólo pueden retirar de los bancos un máximo de 60 euros por día y persona.
Rajoy toma posición
Varios líderes europeos trataron estos días de presentar el referéndum del domingo como un plebiscito sobre la permanencia o no de Grecia en la Eurozona.
El gobierno griego rechaza de plano este planteamiento, en un país en el que el apoyo al euro es claramente mayoritario, y afirma que el objetivo de algunos es más bien torpedear a un ejecutivo de izquierda opuesto a la doctrina de la austeridad de los cinco últimos años.
Los líderes de la UE “tienen miedo del avance de fuerzas como [el partido español de izquierda] Podemos, y quieren pararles los pies como sea”, afirma el ministro griego de Trabajo, Panos Skourletis en una entrevista publicada por el diario El Mundo.
Precisamente, este mismo martes el presidente del gobierno español, el conservador Mariano Rajoy, se convertía en el primer líder europeo en abogar abiertamente por un cambio de gobierno en Grecia.
“Si el referéndum se celebra y si Tsipras pierde el referéndum, eso será bueno para Grecia porque a partir de allí los griegos habrán dicho ‘sí, queremos quedarnos en el euro’, y se podrá negociar con otro gobierno”, afirmó Rajoy en una entrevista radiofónica.
A pocas horas del esperado impago al FMI, varios líderes políticos aseguraban que los efectos no serán tantos en el resto de la Eurozona, formada por 19 países.
El ministro francés de Finanzas, Michel Sapin, aseveró en declaraciones al canal France 2 que el impago no tendrá “grandes consecuencias”.
“Italia está fuera de la línea de fuego”, aseguró al diario Il Sole 24 Ore el primer ministro italiano Matteo Renzi.
La agencia calificadora Standard & Poor’s indicó hace dos semanas que el impago a un acreedor público, como es el FMI, será considerado como un “pago atrasado”, un término más suave que ‘default’.
La bolsas europeas, lejos de las turbulencias del lunes, confirmaban esta tendencia, y hacia las 11H00 GMT, Fráncfort ganaba 0,30%, Madrid 0,85% y Milán 1,09%. París cedía un modesto 0,40% y Londres 0,31%.