Un equipo de expertos irlandeses llegó este martes a El Cairo para unirse a las investigaciones para esclarecer el accidente del avión ruso ocurrido el sábado pasado en la península egipcia del Sinaí, que causó la muerte a sus 224 ocupantes.
La agencia de noticias egipcia, MENA, informó de que los peritos se unirán a los otros grupos de investigación, entre los que hay egipcios y rusos.
Fuentes del aeropuerto de El Cairo explicaron que la delegación irlandesa, integrada por tres personas, fue recibida por responsables del Ministerio egipcio de Aviación Civil.
La participación irlandesa en las indagaciones se produce de acuerdo a la legislación internacional que regula el transporte aéreo, debido a que el avión siniestrado ruso estaba registrado en Irlanda.
El avión siniestrado, un Airbus A-321 de la compañía rusa MetroJet (Kogalymavia) que cubría la ruta entre la ciudad egipcia de Sharm el Sheij y San Petersburgo, se destruyó en el aire 23 minutos después de despegar.
Los directivos de MetroJet, que aseguran que el aparato de pasajeros se encontraba en perfectas condiciones técnicas, han apuntado la posibilidad de una “acción mecánica exterior” como causa del siniestro.
Las autoridades de la aviación civil rusa han llamado sin embargo a abstenerse de adelantar hipótesis sobre las posibles causas de la tragedia aérea y a esperar los resultados de la investigación.
Por su parte, el director nacional de Inteligencia de EEUU, James Clapper, dijo ayer que en este momento no hay ninguna “evidencia directa” de terrorismo en la catástrofe aérea.
Clapper sostuvo también que es “improbable” que el grupo yihadista Estado Islámico (EI) tenga capacidad para derribar un avión, aunque matizó que “no descartaría” ese escenario.
“Wilayat Sina” (Provincia del Sinaí), filial egipcia del EI, asumió el sábado la responsabilidad por la caída del Airbus-321, pero se duda que disponga de armas sofisticadas para alcanzar un avión a 31.000 pies de altura.
Fuente: EFE