Rusia terminará de evacuar a todos sus turistas de Egipto el próximo 30 de noviembre después de haber traído de regreso a casi 90.000 desde el atentado contra el Airbus A-321, que se estrelló el 31 de octubre.
El ministro de Transporte, Maxim Sokolov, dijo hoy a la agencia Interfax que el último vuelo que traerá de vuelta a turistas rusos está previsto para el 30 de noviembre.
“La inmensa mayoría de los turistas que estaban de vacaciones allí ya han sido sacados. La cifra ahora es cercana a las 90.000 personas. Según nuestros cálculos, quedan en Egipto menos de 2.500 personas”, señaló.
El ministro aclaró que, al igual que ha ocurrido hasta ahora, los turistas regresarán de Egipto cuando finalice el periodo de sus paquetes vacacionales.
Rusia suspendió todos los vuelos a Egipto el pasado 6 de noviembre, una semana después de la catástrofe, aun sin reconocer que el avión de la compañía MetroJet que se estrelló cuando volaba de Sharm el Sheij, en la península del Sinaí, a San Petersburgo, fue objeto de un atentado con bomba.
Desde entonces, solo volaron a Egipto aviones vacíos para recoger a los turistas a medida que se acababan sus vacaciones, aunque sus equipajes se transportan por separado en aviones de carga.
Sin embargo, según una versión publicada hoy por el diario “Kommersant”, que cita a fuentes de la inteligencia rusa, la bomba que hizo estallar el Airbus A-321 con 224 personas a bordo fue colocada por los terroristas bajo uno de los asientos de los pasajeros.
La explosión, según expertos del Servicio Federal de Seguridad (FSB, antiguo KGB), se produjo en el salón del avión y no en las bodegas de carga, como se creía hasta ahora.
Los expertos que investigan el atentado, según la fuente próxima a la investigación citada por “Kommersant”, creen que el artefacto explosivo fue introducido en el avión por algún trabajador del aeropuerto egipcio de Sharm el Sheij.
Ayer, más de dos semanas después del peor siniestro aéreo de la historia de Rusia, Moscú admitió que la catástrofe fue un atentado, una tesis que defendían casi desde el principio los servicios de seguridad del Reino Unido y EEUU.
Fuente: EFE