El turismo, una de las principales fuentes de divisas de Egipto, cayó un 37,8 % el pasado noviembre, en comparación con el mismo mes del año anterior, justo después del siniestro del avión de la compañía rusa MetroJet en el que murieron 224 personas.
Según datos difundidos hoy por la Agencia Central Pública para la Movilización y las Estadísticas, 558.600 personas visitaron Egipto en noviembre, frente a las 898.200 que lo hicieron durante el mismo mes de 2014.
El número de turistas que pisaron tierras egipcias en noviembre, también contrasta con los que la visitaron en octubre, cuando 909.400 personas viajaron al país, lo que supuso una caída del 49,57 %. Entre octubre y noviembre de 2014, la caída fue del 10,3 %.
Tras la caída del avión, el pasado 31 de octubre, el Reino Unido y Rusia prohibieron los vuelos a la ciudad de Sharm al Sheij, en el Mar Rojo, de donde partió el aparato, por considerar que el accidente se debió a la colocación de una bomba por parte de un grupo terrorismo, un extremo que las autoridades egipcias han negado.
Según los datos estadísticos, las principales caídas se registraron en los países de Europa occidental, con los turistas alemanes a la cabeza (-46,8%).
El turismo ruso se desplomó, asimismo, en noviembre un 47 % en relación al mismo mes del año anterior.
La Agencia estatal también indicó que los viajeros procedentes de Oriente Medio disminuyeron un 17,5 %. Entre ellos destacan los visitantes saudíes, cuyo número decreció un 31,5 %.
El ministro egipcio de Turismo, Hisham Zazú, declaró reciente en una entrevista a Efe que la caída del turismo como consecuencia de la caída del avión ruso supone unas pérdidas mensuales de entre 280 y 300 millones de dólares.
Las autoridades, que han lanzado una agresiva campaña para intentar recuperar este sector estratégico, esperan que esta tendencia de caídas cambie a partir de abril.
Este cambio pasa por el regreso de los vuelos desde el Reino Unido y de Rusia, para lo que Egipto ha prometido elevar los estándares de seguridad de los aeropuertos de El Cairo y de Sharm al Sheij. EFE