Un turista alemán de nombre Andrej Ciesielski, visitó recientemente Egipto y subió a la pirámide de Keops, una de las tres tumbas gigantes de Giza, a plena luz del día.
Sin embargo, Andrej decidió continuar con su plan porque pensó que “las fotos valían la pena”.
Los guardias notaron que el turista había escalado la pirámide y le exigieron que baje de inmediato. Luego de ocho minutos de escalada y de disfrutar de una hermosa vista, Ciesielski fue arrestado a su descenso. Luego de pasar unas horas en la comisaría, fue puesto en libertad.
Las autoridades de Egipto prohiben la subida a las pirámides para protegerlas de los daños que las pisadas puedan causar a la antigua estructura. El castigo por hacerlo puede ser de hasta tres años en prisión.
Con información de El Comercio