No han pasado dos meses desde que Mauricio Macri asumió la presidencia de Argentina, y ya las decisiones económicas que ha tomado han puesto en riesgo a miles de ciudadanos. Despedidos masivos, eliminación de los subsidios a los precios de la electricidad, de los controles y la liberación de los precios en los productos, han provocado protestas contra su mandato.
En octubre de 2015 la expresidenta, Cristina Fernández, había impuesto la regulación de los precios sobre las etiquetas de los productos, para evitar la manipulación y el sobreprecio de los comerciantes. El Gobierno de Mauricio Macri decidió eliminar los controles alegando que la medida producía distorsiones en la comercialización de los productos y no protegían al consumidor. De esta manera favorece al sector empresarial dándole la espalda al pueblo.
Otro golpe que lanzó al bolsillo de los argentinos fue la eliminación de los subsidios a la tarifa de electricidad aplicados en los 12 años de kirchnerismo. El ministro argentino de Energía y Minería, Juan José Aranguren, informó sobre las nuevas tarifas de electricidad que regirán a partir del próximo lunes y que contemplan aumentos de hasta 600%, excepto para aquellas familias con menores recursos, que pagarán una tarifa social. Macri, espera ahorrar cerca de 4.000 millones de dólares anuales, ya que, el Estado gastó cerca de 10.000 millones de dólares en subsidios energéticos en 2015.
Los incrementos tarifarios alcanzarán en el primer trimestre también a las empresas que suministran gas y a los servicios de agua potable. Aún se ignora cuando regirá un anunciado ajuste en las tarifas de transporte por quita de subsidios.
A esto se le suma la cantidad de despidos masivos que ha realizado, 24.000 en total donde la mayoría pertenece al sector público y que el primer mandatario justificó argumentando que los trabajadores públicos son empleados que no cumplen sus funciones ni acuden a sus puestos de trabajo, pidiendo así la revisión de 63 mil contratos.
Asimismo, Macri se reunió con la directora del Fondo Monetario Internacional, Chirstine Lagarde, acordando a corto plazo dar publicidad a todas las evaluaciones que el organismo ha venido haciendo, es decir, los informes anuales sobre Argentina. “El artículo cuarto del Convenio Constitutivo del Fondo Monetario Internacional prevé la supervisión, por parte del organismo, del sistema monetario internacional a fin de asegurar su buen funcionamiento, y vigilará el cumplimiento por cada país miembro de sus obligaciones. Para ello se prevé que los países miembros proporcionarán al Fondo la información necesaria para ejercer esa supervisión y, a solicitud del Fondo, le consultarán sobre sus políticas de tipos de cambio”, expresó Macri a medios de comunicación.
Recordemos que el gobierno de la expresidenta Fernández, no tenía relaciones con el FMI por considerarlo como “Fondos Buitres Internacionales y corruptos”.
Con el cambio de signo político en la administración nacional y el Gobierno en general se hace evidente que el Ejecutivo pretende llevar nuevamente a Argentina a los dictados del imperialismo y los grandes centros del poder financiero internacional como el FMI y el Banco Mundial
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