En Grecia aumenta la preocupación por el deterioro de las condiciones en las que se encuentran los refugiados, incluidos los que están en centros de detención, días antes de que entre en vigor el acuerdo de las devoluciones entre la Unión Europea y Turquía.
En conferencia de prensa en Ginebra, la portavoz de ACNUR aseguró que la situación puede descontrolarse si las autoridades de la UE no actúan con prontitud.
"Nadie se está muriendo de hambre o frío, pero las condiciones no cumplen los estándares mínimos que creemos necesarios. Emitimos este aviso público ahora y esperemos que las cosas cambien rápidamente", dijo Melissa Flemming.
Más de 50.000 refugiados y migrantes están atrapados en Grecia, que se ha visto forzada a acogerlos debido al cierre de las fronteras europeas hacia el norte.
En lo que va de año, más de 150.000 personas han cruzado desde Turquía a Grecia, calcula la Organización Internacional para las Migraciones (OIM).