(Buenos Aires, 01 de abril. EFE).- La tasa de pobreza urbana en Argentina fue del 34,5 % en marzo de 2016, su cifra más alta de los últimos siete años, debido al proceso inflacionario y la falta de mejoras en el mercado de trabajo, según un informe presentado hoy por la Universidad Católica Argentina (UCA)
El estudio publicado por el Observatorio de la Deuda Social Argentina de la UCA estima que en la actualidad, 13 millones de personas -un 5,5 % más que a finales de 2015- viven en situación de pobreza en aglomerados urbanos de Argentina, que cuenta con un censo total de 41,45 millones de habitantes según el Banco Mundial.
Un total de 2,35 millones se encuentra en situación de indigencia, según el mismo informe.
“Hay un problema social”, aseguró hoy Agustín Salvia, director de la investigación, durante la presentación de la misma, en la que denunció que la devaluación tiene “efectos fuertes” sobre los sectores más vulnerables de la sociedad, que se ven “privados de un derecho económico básico” que les permita tener una vida digna.
Según las proyecciones de la UCA, en marzo de este año la tasa de pobreza se situó en el 34,5 %, mientras que la de indigencia fue del 6,9 % -un 1,6 % más que a finales de 2015-, debido al aumento de los servicios públicos y de la canasta básica, que en los últimos tres meses ha sufrido un ascenso de en torno al 10 %.
Para abril de 2016, el Observatorio calculó que la pobreza va a descender un 1,9 % y la indigencia, un 0,7 %, como resultado de la expansión de la cobertura y de la mejora de los planes sociales.
Sin embargo, Salvia admitió que pueden estar “subestimando” la situación, ya que no tuvieron en cuenta los recientes despidos masivos realizados en el sector público ni el incremento del transporte y los servicios domiciliarios anunciados por el Gobierno esta misma semana.
“Si no hay control de precios y mejoras en el mercado de trabajo, habrá un empeoramiento de la pobreza”, señaló antes de destacar que las asignaciones públicas “compensan” la subida de precios “pero no cubren” las necesidades de las familias.
Para Salvia, “no es sustentable el desarrollo de una sociedad” basado en políticas sociales, sino que “se requiere crecimiento” y para lograrlo, hace falta “inversión y trabajo”.
“Lo que saca a las personas de la pobreza son mejores ingresos y condiciones de igualdad, no las subvenciones”, aseveró.
El balance del informe es que entre 2010 y 2015 los ingresos medios de una familia aumentaron apenas un 3 %, un incremento que no se trasladó al promedio per cápita y que, además, no fue constante durante los cinco años, manifestándose los retrocesos más notables en los periodos 2012-2013 y 2014-2015, debido a la devaluación.
En ese sentido, Salvia afirmó que no hubo mejoras significativas “de punta a punta” para las familias y que quienes más vieron resentirse sus ingresos en los últimos años fueron las clases medias profesionales.
Asimismo, reveló que quisieron realizar el Observatorio antes de lo previsto tras el “estancamiento de la economía“, los primeros aumentos en bienes básicos, la ampliación de los programas sociales y algunos despidos que comenzaban a tener lugar a principios de año, por lo que “correspondía” contar con un análisis de la situación social actual.
La Encuesta sobre la Deuda Social Argentina (EDSA) se basa en una muestra de 2.700 hogares de 25 aglomerados urbanos con más de 80.000 habitantes.
El estudio contempló únicamente los ingresos medios de las familias encuestadas, pero la semana que viene la UCA publicará otro “multidimensional” que, además, tendrá en cuenta la desigualdad en la distribución de los mismos y a finales de mes, revelará un balance sobre la situación del mercado de trabajo.
