El Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) criticó a la Policía de Macedonia por utilizar el pasado domingo gases lacrimógenos y balas de goma contra cientos de refugiados y migrantes en Idomeni, cerca de la frontera con Grecia.
En un comunicado de prensa, el portavoz de ACNUR aseguró que las escenas en Idomeni son motivo de grave preocupación y perjudican a toda Europa.
Adrian Edwards destacó que hay casi 46.000 solicitantes de asilo y migrantes en territorio griego, muchos durmiendo a la intemperie en condiciones lamentables que fomentan la desesperación. Estos refugiados se encuentran atrapados en el país desde antes del acuerdo de devolución de inmigrantes entre la Unión Europea y Turquía.
El portavoz reiteró la disposición de ACNUR a apoyar el traslado voluntario de esas personas a lugares implementados por el gobierno griego, que cuentan con servicios básicos mientras se llevan a cabo el registro y el procesamiento.
Sin embargo, una solución más amplia es la relocalización de toda persona que necesite protección internacional a otros Estados europeos, unos traslados que han sido acordados por la Unión Europea pero que todavía no se han implementado.