Tras el linchamiento y la muerte de dos personas esta semana en un pueblo a veinte minutos de la Ciudad de México, los vecinos de un municipio de Puebla mataron el sábado a un policía que intentaba proteger a su detenido. En un caso y en otro la historia es parecida: los vecinos querían hacer justicia por su cuenta.
La noche del sábado, habitantes de Yehualtepec acudieron a la comandancia de la policía. Querían que los agentes entregaran a un ratero, el supuesto ladrón de una motocicleta. Según informa el diario El Universal, los agentes se negaron y cuando trataban de trasladar al acusado a las oficinas de la fiscalía del estado, alguien les disparó. El ladrón y uno de los policías resultaron heridos. El agente murió minutos más tarde en el hospital. De momento no hay detenidos.
El martes, vecinos de Atlatongo, en el Estado de México, apalearon hasta la muerte a dos personas. Les acusaban del secuestro de un hombre de 25 años que fue liberado más tarde. Las autoridades detuvieron a 17 vecinos y entonces el resto retuvo al alcalde para presionar a la fiscalía. Los investigadores estatales los liberaron horas más tarde por falta de pruebas.
El linchamiento es un fenómeno frecuente en México. Sólo el año pasado se registraron 62 casos según un estudio de la UNAM. El Estado de México, Oaxaca y Puebla son las entidades donde se concentra el mayor número de episodios, que los estudios vinculan con la desconfianza en las instituciones y los agujeros del Estado de Derecho.EP