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lunes, 30 de mayo de 2016

Samper confía en las posibilidades del diálogo entre el Gobierno y la oposición en Venezuela

 El secretario general de la Unión de Naciones Suramericanas (UNASUR), Ernesto Samper, confía en las posibilidades del diálogo en Venezuela.
Así lo afirmó tras una entrevista con la agencia internacional EFE en donde también señaló que el “gran síndrome” que América Latina debe superar es el del “presidencialismo” pues, a su juicio, frena la resolución de sus actuales crisis
“Si en un conflicto como el que acaba de suceder en Brasil hubiera existido un sistema parlamentario como el de Europa seguramente hubiéramos podido convocar elecciones anticipadas, disolver el congreso, someter el mandato presidencial a referendo. Hubiera habido maneras de salir de la crisis”, sostiene.
La situación en Brasil con el juicio político a su presidenta, Dilma Roussef, y la tensión en Venezuela entre el Ejecutivo y la oposición “amenazan la continuidad democrática en la región”, añade al inicio de un viaje oficial a París efectuado con motivo de la celebración de la Semana de Latinoamérica y el Caribe.
El expresidente colombiano estima que el principal problema de Latinoamérica a corto y medio plazo está relacionado con la situación económica, “en fase de decaimiento por la recesión europea y estadounidense, por la menor demanda china, por la caída de los precios de los productos básicos”.
Las oportunidades, apunta, “no hay que buscarlas fuera porque están adentro”.“La mala economía trae mala política, y ahí es donde estamos viendo cómo inciden los factores de gobernabilidad. Los mayores desafíos en estos momentos son cómo salir de la situación económica sin sacrificar los logros conseguidos en los últimos diez años”, sostiene Samper.
Samper atribuye ese cambio “a la falta de latinoamericanidad de la nueva generación de dirigentes europeos”, y cree que no es que se contemple la región con miedo, “sino que no se la mira, que es peor”.
El representante de la UNASUR señala, pese a todo, que “en un mundo afectado por guerras étnicas, luchas religiosas o conflictos propios de la guerra fría, como en Ucrania, no deja de ser una buena noticia” que Latinoamérica “no resuelva sus diferencias a través de la violencia”.
La “cereza que le falta al pastel” para consolidarse como una región de paz, destaca, es el final del conflicto armado de Colombia, sobre el que cree que se empieza a ver la luz al final del túnel.
Con información de EFE