Desde que Pep Guardiola se convirtió en el entrenador del FC Barcelona, el cuadro catalán ha gastado 227 millones 500 mil euros en trece contrataciones de jugadores.
Pero si bien, han habido jugadores que valen lo que se pagó por ellos, hubieron futbolistas que no dieron la talla.
Dmitro Chygrynskiy fue comprado en 25 millones de euros al Shakhtar de Ucrania en el 2009 y un año después, el presidente del Barcelona, Sandro Rosell, anunció que habían llegado a un acuerdo con el Shakhtar Donetsk para que Chigrinski volviera al equipo ucraniano por un monto de 15 millones de euros.
El otro caso es el de Zlatan Ibrahimovic, quien llegó como figura del Inter de Milán y pensó que ya tenía el puesto comprado. Sin embargo, el sueco desentonó en la misión de suplantar a Samuel Eto’o. La operación por el delantero costó 50 millones de euros más el pase de Samuel Eto’o (valorizado en 20 millones).
Pero las contrataciones de los brasileños Keirrison y Henrique fueron las más llamativas. Pese a que Guardiola señaló que no los quería, el ex presidente azulgrana, Joan Laporta decidió comprarlos en 22 millones, sabiendo que no jugarían nunca en el equipo con el actual entrenador.
Pero Guardiola tuvo buen ojo para otras contrataciones. El brasileño Dani Alves, Gerard Piqué, David Villa, Seydou Keita, Javier Mascherano y Maxwell fueron sus aciertos.
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