Los dos hijos y el esposo de la activista, José Monge Amparán, se trasladaron a un lugar no determinado de EE.UU. con lo que rechazaron el apoyo que le había ofrecido el gobierno del estado de Chihuahua para Rubí, huérfana de madre y nieta de la difunta activista, según dijo la secretaria general de gobierno, Graciela Ortiz.
La funcionaria encargada de Políticas Públicas del gobierno estatal de Chihuahua comentó hoy, en conferencia de prensa, que no ha podido haber un acercamiento con la familia de la activista por parte de las autoridades del estado.
El pasado 18 de diciembre un grupo de hombres armados incendió en Ciudad Juárez una maderería propiedad de la pareja sentimental de Marisela Escobedo y apenas un día después, el hermano de éste, Manuel Monge, apareció muerto.
Escobedo Ortiz, de 52 años, había encabezado diversas marchas y protestas en Ciudad Juárez y en Chihuahua para exigir al gobernador que se hiciera justicia en el caso del asesinato de su hija Rubí Marisol Frayre Escobedo, hasta ser asesinada de un balazo a quemarropa el pasado 16 de diciembre.
La mujer fue atacada por un grupo de tres hombres que inició una discusión con ella, uno de los cuales la disparó mientras se manifestaba en la capital del estado.
Durante meses Escobedo había encabezado diversas marchas y protestas para exigir al gobernador que se hiciera justicia en el caso del asesinato de su hija, Rubí Marisol Frayre Escobedo.
La joven Rubí Frayre Escobedo, quien dejó una hija de dos años, fue asesinada en Ciudad Juárez en agosto de 2008 cuando tenía 16 años supuestamente por su novio, Sergio Barraza Bocanegra, quien fue arrestado en junio de 2009 pero exonerado en un juicio de primera instancia el pasado 30 de abril, tras el que quedó libre.
Posteriormente, cuando ya estaba prófugo, un tribunal de casación (segunda instancia) revocó la sentencia y condenó a Barraza por el homicidio de Rubí Frayre.
Actualmente las autoridades mexicanas buscan a Barraza Bocanegra para que cumpla condena por el crimen de 2008 y aclare su posible responsabilidad en el de Marisela Escobedo.
Por él ofrece el gobierno de Chihuahua una recompensa de 500.000 pesos (40.650 dólares).
Ciudad Juárez, donde vivía la familia, está considerada una de las urbes más violentas de México, luego de registrar más de 3.100 asesinatos en lo que va del año con un promedio cercano a los nueve homicidios diarios.
EFE
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