Hugo Chávez, facilitó la huida en mayo de 2002 de varios presuntos etarras refugiados en el país y reclamados por la justicia española por estar acusados de más de una treintena de asesinatos, según documentos de Wikileaks publicados hoy por un diario español.
Esta información está recogida en un cable confidencial del Departamento de Estado norteamericano del que se hace eco este viernes el diario "El País".
El actual embajador de España en Estados Unidos, Jorge Dezcallar, la puso en conocimiento de la ex secretaria de Estado norteamericana Condoleezza Rice en la reunión que ambos mantuvieron en Washington el 19 de septiembre de 2008, al poco de incorporarse a su destino en la legación española.
En esta conversación, Dezcallar contó que cuando era director del Centro Nacional de Inteligencia (CNI) en 2002 fue a Caracas para verse con Chávez con el fin de pedirle la entrega de los seis etarras reclamados por la Audiencia Nacional, alta instancia judicial española encargada de los delitos de terrorismo.
Chávez hizo esperar a Dezcallar tres horas en la antesala de su despacho presidencial con el fin de ganar tiempo y facilitar la fuga de los presuntos miembros de ETA, según la información.
Cuando le recibió, Dezcallar "escuchó absurdos parloteos del presidente antes de que le permitiera hacer su petición oficial para que Venezuela entregara a seis miembros de ETA buscados por asesinar a 36 españoles", señala el cable.
Finalmente, continúa el documento reservado, Dezcallar pudo hacer la petición y Chávez "lo aceptó de buena gana".
"Solo cuando Dezcallar salió del encuentro comprendió que Chávez perdió suficiente tiempo para dejar escapar a los miembros de ETA. La secretaria (Condoleezza Rice) respondió que Estados Unidos ha descubierto que ignorar a Chávez es la mejor política y que la falta de atención le frustra más que una admonición", concluye la nota.
Los presuntos etarras estaban localizados por los servicios de inteligencia españoles, que informó al Gobierno de Caracas de sus domicilios, actividades e historial delictivo.
Tres fueron entregados al Gobierno español, Víctor Galarza, el 2 de junio de 2002; Sebastián Etxániz, el 17 de diciembre de ese año, y José Ramón Foruria, el 24 de septiembre de 2003.
Los otros tres reclamados desaparecieron de sus domicilios y posiblemente fueron informados por funcionarios venezolanos de las intenciones del Ejecutivo español, apunta "El País".
Uno de ellos, José Lorenzo Ayestarán, de 52 años, fue detenido este año en Francia cuando había vuelto a la banda y preparaba un secuestro.
El último caso es el de Arturo Cubillas, cuya extradición fue solicitada por la Audiencia Nacional el pasado 29 de octubre y aún está en estudio.
Cubillas, residente en Venezuela, trabaja desde 2007 como jefe de seguridad en el Instituto Nacional de Tierras (INTI).
Esta información está recogida en un cable confidencial del Departamento de Estado norteamericano del que se hace eco este viernes el diario "El País".
El actual embajador de España en Estados Unidos, Jorge Dezcallar, la puso en conocimiento de la ex secretaria de Estado norteamericana Condoleezza Rice en la reunión que ambos mantuvieron en Washington el 19 de septiembre de 2008, al poco de incorporarse a su destino en la legación española.
En esta conversación, Dezcallar contó que cuando era director del Centro Nacional de Inteligencia (CNI) en 2002 fue a Caracas para verse con Chávez con el fin de pedirle la entrega de los seis etarras reclamados por la Audiencia Nacional, alta instancia judicial española encargada de los delitos de terrorismo.
Chávez hizo esperar a Dezcallar tres horas en la antesala de su despacho presidencial con el fin de ganar tiempo y facilitar la fuga de los presuntos miembros de ETA, según la información.
Cuando le recibió, Dezcallar "escuchó absurdos parloteos del presidente antes de que le permitiera hacer su petición oficial para que Venezuela entregara a seis miembros de ETA buscados por asesinar a 36 españoles", señala el cable.
Finalmente, continúa el documento reservado, Dezcallar pudo hacer la petición y Chávez "lo aceptó de buena gana".
"Solo cuando Dezcallar salió del encuentro comprendió que Chávez perdió suficiente tiempo para dejar escapar a los miembros de ETA. La secretaria (Condoleezza Rice) respondió que Estados Unidos ha descubierto que ignorar a Chávez es la mejor política y que la falta de atención le frustra más que una admonición", concluye la nota.
Los presuntos etarras estaban localizados por los servicios de inteligencia españoles, que informó al Gobierno de Caracas de sus domicilios, actividades e historial delictivo.
Tres fueron entregados al Gobierno español, Víctor Galarza, el 2 de junio de 2002; Sebastián Etxániz, el 17 de diciembre de ese año, y José Ramón Foruria, el 24 de septiembre de 2003.
Los otros tres reclamados desaparecieron de sus domicilios y posiblemente fueron informados por funcionarios venezolanos de las intenciones del Ejecutivo español, apunta "El País".
Uno de ellos, José Lorenzo Ayestarán, de 52 años, fue detenido este año en Francia cuando había vuelto a la banda y preparaba un secuestro.
El último caso es el de Arturo Cubillas, cuya extradición fue solicitada por la Audiencia Nacional el pasado 29 de octubre y aún está en estudio.
Cubillas, residente en Venezuela, trabaja desde 2007 como jefe de seguridad en el Instituto Nacional de Tierras (INTI).
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