De todas las regiones de la piel humana quizás la más singular y misteriosa es el cuero cabelludo.
Y ninguna otra zona de la epidermis produce una variedad tan grande de trastornos.En el cuero cabelludo se encuentra una enorme densidad de folículos pilosos, cada uno con una glándula sebácea produciendo una sustancia grasosa, llamada sebo.
El cuero cabelludo, una zona relativamente oscura y cálida, ofrece un hábitat perfecto para la supervivencia de hongos, parásitos y otros microorganismos.
Y como solemos todos los días introducir objetos, como peines, gorros y dedos sucios, no sorprende que el cuero cabelludo sea cuna de trastornos comunes como la caspa, la dermatitis seborreica, la tinea capitis, la infestación de piojos, psoriasis, y muchas otros más.
No cabe duda, sin embargo, que uno de los trastornos más visibles –aunque menos graves- del cuero cabelludo es la caspa.
La pitiriasis –o caspa- es el resultado de la descamación de la piel.
Es normal que las células de la epidermis mueran y se desprendan. También es normal deshacernos diariamente de una cantidad de escamillas.
Algunas personas, sin embargo, experimentan una descamación inusualmente grande del cuerpo cabelludo la cual produce las escamillas blancas o grises que llamamos caspa.
Tratamiento
"Para los casos simples de caspa, hay una variedad de champús antifúngicos disponibles para tratar el trastorno" explica a la BBC el doctor Robert Hicks, experto en medicina general del Hospital Kingston, Inglaterra.
Por lo general es necesario tratar varios champús para encontrar el más efectivo.
"Para los casos más persistentes o para la dermatitis seborreica podrían ser efectivos el selenio, el zinc, alquitrán de hulla en aceite de coco o el ácido salicílico", agrega.
"Los champús antifúngicos contienen ketoconazol que funciona bien tanto para la caspa como para la dermatitis seborreica, pero necesitan utilizarse varias veces a la semana y puede tomar hasta seis semanas controlar el trastorno" agrega el experto.
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