Varios grupos de socorristas neozelandeses continúan hoy la búsqueda de sobrevivientes tras el terremoto de 6,3 grados en la escala abierta de Richter que azotó a Christchurch, la segunda ciudad del país.
Los partes iniciales estimaron en 65 la cifra de muertos, pero las autoridades prevén un aumento de la misma en las próximas horas, pues más de 100 personas permanecen atrapadas bajo los escombros.
Así lo advirtió el alcalde de la urbe, Bob Parker, quien declaró el estado de emergencia y llamó a sus compatriotas a prepararse para recibir peores noticias.
Según medios de prensa nacionales, hasta el momento los bomberos rescataron a unas 120 personas;reseñó Prensa Latina.
En opinión del primer ministro John Key podría tratarse de la peor catástrofe en la historia de la nación, que sufrió a finales de noviembre pasado la tragedia por la muerte de 29 mineros en una explosión en un yacimiento de carbón.
El sismo ocurrió sobre el mediodía en un momento en que las calles se encontraban muy concurridas. Muchas calles se inundaron por la rotura de conductoras de agua, en tanto otras parecían blanco de bombardeos.
Numerosas viviendas, tiendas y edificios de oficinas se desplomaron, mientras se desataron incendios que generaron el pánico entre la población.
Cerca del 80 por ciento de la ciudad -de unos 380 mil habitantes- se quedó sin electricidad ni agua. Las operaciones de rescate se vieron obstaculizadas por varias réplicas, una de ellas cercana a los seis grados de magnitud.
El epicentro del movimiento telúrico se localizó a cinco kilómetros de profundidad y unos 10 kilómetros al sur de la ciudad, situada en la isla sur del país.
El 4 de septiembre del año pasado Christchurch fue golpeada por un sismo de 7,1 grados que no provocó muertes, pero sí destrozos de consideración.
La peor sacudida en la historia neozelandesa se remonta a 1931, en la bahía de Hawke, con un saldo superior a 250 muertos.
(RNV)
Los partes iniciales estimaron en 65 la cifra de muertos, pero las autoridades prevén un aumento de la misma en las próximas horas, pues más de 100 personas permanecen atrapadas bajo los escombros.
Así lo advirtió el alcalde de la urbe, Bob Parker, quien declaró el estado de emergencia y llamó a sus compatriotas a prepararse para recibir peores noticias.
Según medios de prensa nacionales, hasta el momento los bomberos rescataron a unas 120 personas;reseñó Prensa Latina.
En opinión del primer ministro John Key podría tratarse de la peor catástrofe en la historia de la nación, que sufrió a finales de noviembre pasado la tragedia por la muerte de 29 mineros en una explosión en un yacimiento de carbón.
El sismo ocurrió sobre el mediodía en un momento en que las calles se encontraban muy concurridas. Muchas calles se inundaron por la rotura de conductoras de agua, en tanto otras parecían blanco de bombardeos.
Numerosas viviendas, tiendas y edificios de oficinas se desplomaron, mientras se desataron incendios que generaron el pánico entre la población.
Cerca del 80 por ciento de la ciudad -de unos 380 mil habitantes- se quedó sin electricidad ni agua. Las operaciones de rescate se vieron obstaculizadas por varias réplicas, una de ellas cercana a los seis grados de magnitud.
El epicentro del movimiento telúrico se localizó a cinco kilómetros de profundidad y unos 10 kilómetros al sur de la ciudad, situada en la isla sur del país.
El 4 de septiembre del año pasado Christchurch fue golpeada por un sismo de 7,1 grados que no provocó muertes, pero sí destrozos de consideración.
La peor sacudida en la historia neozelandesa se remonta a 1931, en la bahía de Hawke, con un saldo superior a 250 muertos.
(RNV)
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