Un crecimiento menor a los 24 centímetros en el primer año de vida del bebé, es indicador de una baja talla y puede predisponer a un insuficiente desarrollo de las neuronas cerebrales, advirtió la Lic. María Elena Flores, especialista del Ministerio de Salud.
Cuando los niños se muestran irritables, apáticos, callados, o prefieren quedarse quietos antes de jugar, advierte Flores, podríamos estar ante uno de estos casos. “Un bebé saludable es despierto, hiperactivo, atento, y cada día está cambiando”, enfatizó la experta.
Para la experta, este comportamiento es sólo el comienzo de una vida limitada en las relaciones sociales y en la competitividad laboral, pues en el futuro estos niños y niñas pueden presentar graves problemas de adaptación y aprendizaje tanto en la escuela como en su vida.
Del mismo modo, además del insuficiente desarrollo neural también puede presentar una baja en sus defensas. “Padecerán de más enfermedades a comparación de un niño saludable, y su recuperación será mucho más lenta” advirtió la especialista.
Asimismo, Flores, informó que existen múltiples factores que impiden al niño alcanzar un crecimiento neural adecuado y crecimiento de talla, como es la inapropiada ingesta de alimentos, la afección de enfermedades recurrentes, como las diarreicas agudas (EDAs), y las infecciones respiratorias (IRAs) y las condiciones de vida de estos niñas y niños.
La especialista invocó a los padres de familia, acudir con sus hijos a los 11 controles durante el primer año de vida, y a 8 controles en el segundo año. La cantidad de visitas se disminuye hasta llegar a la adolescencia.
Flores detalló que un niño saludable a término, es decir, que cumplió con el tiempo fijado para su desarrollo, debe pesar entre 3 y 3.5 kilos, cantidad que debe triplicarse en el primer año, mientras que su talla debe alcanzar los 50 centímetros.
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