El rey Mohamed VI de Marruecos llegó el sábado por la tarde en avión a Marrakech (sur), donde tenía previsto visitar a los heridos en el atentado del jueves, que causó 16 muertos, comprobó un corresponsal de la AFP en el aeropuerto.
El soberano se dirigió primero al lugar del atentado, la famosa plaza Jamaa el Fna, donde el café Argana fue destruido por la explosión de una bomba controlada a distancia, en un atentado del que las autoridades marroquíes sospechan la autoría de la red islamista Al Qaida.
Estuvo frente al café, donde el sábado por la mañana se colocaron coronas y ramos de flores en homenaje a las víctimas.
Varios centenares de personas, en especial mujeres y niños, se congregaron en el lugar, esgrimiendo banderas marroquíes y fotos del rey. "Viva el rey", gritaron varias personas.
El rey debía ir posteriormente a visitar a los heridos en el hospital Ibn Tofail y en el hospital militar.
El atentado no ha sido reivindicado y no se ha detenido por ahora a nadie.
Sin embargo, el interrogatorio el viernes de dos turistas holandeses hizo posible establecer el retrato de un hombre que vieron en el café Argana, minutos antes del atentado y que les parecía sospechoso.
Se trata de un árabe, joven, bien afeitado y con cabellos largos.
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