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domingo, 1 de mayo de 2011

Carola Chávez, una escritora venezolana que toma mate y mira hacia el sur

Está de visita en Buenos Aires la periodista y escritora venezolana Carola Chávez para presentar en la Feria del Libro su reciente obra "Qué pena con ese señor", éxito espectacular en la reciente Feria del Libro de Caracas y que agotó la edición en tres días.

La presentación será en el stand de la agencia Télam en la Feria del Libro de Buenos Aires, el 5 de mayo a las 21, y forma parte del esfuerzo de Télam por reforzar y profundizar los vínculos culturales y humanos entre los pueblos sudamericanos.

En ese texto, la autora recoge relatos y cuentos redactados a partir de 2005, y retrata vívidamente las peripecias y circunstancias vitales de las clases medias de su país.

Es un ejemplo de la nueva intelectualidad venezolana, hija de la revolución bolivariana encabezada por Hugo Chávez Frías. En una extensa entrevista que concedió a Télam, se nos muestra como un exponente cálido e inteligente de las capas de clases medias que, contra todo lo que hace esperar la cobertura de las grandes agencias internacionales, sí apoyan, y con fervor, al que ella, con cariño militante, llama "mi Presi".

Carola Chávez proviene de una familia de buena posición. Hija de un economista y decano universitario, y nieta de un diplomático, también ella se encontró con el destino cerrado en 1995, al momento de casarse. Junto a su marido optó, como tantos, por el exilio económico. En 2004, sin embargo, durante unas vacaciones, "redescubrí a mi país", dice. Vio cómo donde antes había un verdadero cementerio había, en cambio, acción y trabajo por todos lados. Y en 2005 retornó.

Esta escritora brillante de conversación picantísima, alegre y profunda no pierde agudeza crítica ante "su" revolución. Sin embargo, la hace suya por sus logros, y además, cosa poco frecuente en Venezuela, sabe encontrar los lazos y similitudes notables del proceso bolivariano con la experiencia peronista en la Argentina.

El mayor mérito que ve esta escritora e intelectual en el gobierno de Hugo Chávez está en haber sabido entender dos cosas: por un lado, las necesidades de la enorme mayoría del pueblo, que era prácticamente invisible para el viejo país del Pacto de Punto Fijo, y por el otro, la necesidad de establecer un vínculo indestructible entre Venezuela y el resto de Sudamérica.

"Antes de Chávez, mirábamos a Miami, donde solo veíamos una frontera que nos impedía pasar y por eso mismo acrecentaba nuestro deseo de ir allí, de ser como ellos, de no ser nosotros mismos. A partir de Chávez, los venezolanos nos redescubrimos a nosotros mismos como país y como sudamericanos.

Hasta su gobierno, la imagen de Venezuela terminaba en el Orinoco, y las clases medias sufrían el sueño imposible de vivir como sus patrones, veranear en St. Thomas y darse un ritmo de vida que no había modo que tuvieran".

La revolución copernicana de Chávez no es solo un asunto cultural. Hay logros muy concretos. "Ahora, gracias a esa reorientación, los niños venezolanos comen carne argentina, que antes era un lujo reservado a los muy ricos. Y además estamos industrializando el país, tendiendo ferrocarriles, todo en colaboración estrecha con los países de la Sudamérica que antes ignorábamos", cuenta Carola.

Pero existe aún, dice, ese sector de clases medias que mantiene su mirada fija en el Norte y en sus patrones. Carola, que tiene un conocimiento poco frecuente de la Argentina y de los argentinos, admira a Arturo Jauretche, Jorge Enea Spilimbergo y Jorge Abelardo Ramos, entre otros intelectuales y políticos argentinos que abrieron el rumbo de la descolonización cultural.

Cuantas más Carolas Chávez haya, más sólida será la unión de los sudamericanos, y más seguro nuestro destino común. Su presentación en la Feria del Libro será una oportunidad inigualable de conocer mejor a los venezolanos, que es un modo de conocernos a nosotros mismos. Próximamente, enviaremos el reportaje completo que nos ha brindado.

(Telam)

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