Tras su exitosa y mediática boda, la duquesa Kate se dispone a iniciar su vida tranquila de recién casada en la remota isla de Anglesey (noroeste de Gales), donde su principal tarea por el momento será producir un nuevo heredero a la Corona británica.
Guillermo, segundo en la línea sucesoria, y su esposa decidieron no irse "inmediatamente" de luna de miel, y tras un largo fin de semana de descanso en un lugar secreto del Reino Unido, regresarán a su casa de Gales, donde el príncipe se reincorporará a su trabajo de piloto de helicóptero de búsqueda y rescate de la Royal Air Force (RAF) la próxima semana, según el palacio.
Eso quiere decir que en su casa privada de dos plantas, donde ya convivieron antes de casarse, los nuevos duques de Cambridge dispondrán de un poco de tranquilidad y de intimidad antes de iniciar su primera visita oficial a Canadá dentro de dos meses.
Pero el hecho de convertirse en la esposa de un futuro rey hace de Kate, de 29 años, una futura reina, con todas las esperanzas que eso conlleva para la monarquía de ampliar la línea de sucesión directa.
El matrimonio "posibilita tener otra generación de la Casa de Windsor en la línea directa al trono, un niño que se convertirá automáticamente en rey o una niña que podría ser reina", explicó de el historiador real Hugo Vickens.
"Diciéndolo de una manera un poco brutal, el deber de Kate es hacer a su esposo feliz y producir un heredero", agregó.
El biógrafo de la princesa Diana, Andrew Morton, quien el viernes terminó de escribir un libro sobre los recién casados previsto esta semana en las librerías, es todavía más claro.
"Si no está embarazada en los próximos nueve meses, desafiará 200 años de tradición real", dijo en una reciente entrevista con la AFP.
Tanto la reina Isabel II como su nuera, la hoy difunta princesa Diana, tuvieron su primogénito -y varón, además, en un país donde estos prevalecen todavía sobre las mujeres- en el año que siguió su matrimonio.
La entonces princesa Isabel se casó en noviembre de 1947 con Felipe Mountbatten, duque de Edimburgo, y en noviembre del año siguiente, con 22 años, tuvo al primero de sus cuatro hijos, el príncipe Carlos, hoy heredero del trono.
En julio de 1981, Carlos se se casó con Lady Diana Spencer, que dio a luz a su primogénito, Guillermo, 11 meses después, a pocos días de cumplir los 21.
Interrogados sobre sus planes en cuestión de descendencia en la entrevista que la pareja concedió tras el anuncio oficial de su compromiso, el príncipe Guillermo, de 28 años, señaló cauteloso que antes de pensar en niños tenían que "superar la boda".
"Pero obviamente queremos una familia, o sea que tendremos que empezar a pensar en eso", agregó ante la mirada de su prometida.
El hecho de que los recién casados vayan a vivir en Gales durante los próximos dos años debido al trabajo del príncipe debería librar a Kate de la presión que sufrió Diana tras el inicio de su tortuoso matrimonio con el príncipe Carlos.
Según la prensa, la duquesa de Cambridge no debería tener demasiados compromisos oficiales en un primer momento.
Pero sus obligaciones podrían incrementarse en los próximos meses debido al fervor popular que despierta la joven pareja, percibida por los británicos y por la familia real como un soplo de aire fresco para la monarquía.
Por el momento, antes de presentarse a su primer examen en Canadá, del 30 de junio al 8 de julio, los príncipes podrán medir su popularidad en el cumpleaños oficial de la reina en junio y probablemente también, según la prensa, en una glamurosa gala benéfica que se celebra anualmente en Londres.
Pero al igual que Diana, que con los años se fue involucrando cada vez más en las causas humanitarias, Catalina confía en aportar su granito de arena personal.
"Espero realmente poder hacer alguna diferencia, auque sea pequeña", dijo en su entrevista del mes de noviembre.
-AFP
No hay comentarios:
Publicar un comentario