Las Bolsas a la baja, el euro perdiendo posiciones y la presión contra la deuda de los llamados periféricos del euro aumentando. Este es el panorama que ha dejado la falta de avances en la reunión extraordinaria que los países que comparten la divisa común celebraron ayer en Bruselas para evitar que Grecia caiga en el abismo. Sin acuerdo sobre cómo incorporar al sector privado en el segundo rescate de Atenas, que a un año de la puesta en marcha del primer plan de ayuda sigue amenazada por el riesgo de impago, los inversores están optando por deshacer posiciones en todos aquellos valores que se puedan ver afectados por este fenómeno extremo. Y no son pocos.
En los mercados de renta variable, los principales índices europeos cotizan en rojo con la banca en posición destacada entre las pérdidas. Sobre este punto, La agencia de calificación crediticia Moody's ha situado en revisión para una posible rebaja las notas de solvencia de los tres principales bancos franceses, Credit Agricole, BNP Paribas y Société Generale por su exposición a la deuda, tanto pública como privada, de Grecia, según ha informado la compañía en un comunicado. También la banca alemana aparece entre las más expuestas a la deuda soberana griega, que asciende a 340.000 millones, más de un 150% del PIB.
En la deuda, la rentabilidad exigida por los inversores para entrar en los bonos de Grecia, que tras caer al nivel de bono basura hace unas semanas fue rebajada el lunes por Standard & Poor's al nivel más bajo entre todos los países que tienen calificación, ha vuelto a marcar máximos desde que el país entró en el euro en 1999. A media mañana, el interés de sus títulos a 10 años alcanzaba el 17,6%. Por culpa de este repunte, la prima de riesgo, que es el diferencial frente a los bonos alemanes, de referencia, al mismo plazo se iba sobre los 1.458 puntos básicos. Hoy Grecia afronta su tercera huelga general en lo que va de año.
También subía la prima de España, en 4,4 puntos básicos hasta los 249, y la de Irlanda. En el caso de Portugal, sin embargo, se moderaba la presión de los accionistas coincidiendo con una emisión del Tesoro luso.